La pandemia transformó nuestra vida, nuestras rutinas y nuestro sueño. Hoy vivimos la mayor parte de nuestro tiempo entre cuatro paredes, utilizando mascarilla cada vez que salimos, y evitando hacer cosas tan sencillas como tocar alimentos.
También, el Covid-19 ha alterado nuestros sueños y cómo disfrutamos de un descanso. No es de extrañar que la sociedad haya experimentado un aumento global en sueños vívidos y pesadillas.
Este tipo de pesadillas surgen por estar experimentando sentimientos y emociones de ansiedad, tristeza o estrés, como también acciones clásicas de la pandemia, como distanciamiento social y miedo a la enfermedad.
Para la Scientific American esto se debe por tres diferentes factores: horarios de sueños interrumpidos, amenazas de contagios que impiden regular las emociones de forma óptima y las redes sociales, que han amplificado este temor y la reacción del público.
«Los sueños de las personas pueden funcionar como una medida a la angustia que sienten, y que tan bien o mal están haciendo frente a esto», explica el investigador del sueño, Robert Stickgold.
Del insomnio a las pesadillas
Las investigaciones demuestran que antes de la pandemia, las cifras de insomnio eran grandes. Pero luego del llamado a no salir de casa, mejoró el sueño de las personas pero no así la calidad.
Esto también llevó a que las personas atrasaran su hora de dormir y se convirtieran en noctámbulos, produciendo sueños más vibrantes, aterradores y vividos.
Esta etapa de sueños reales o pesadillas se dan precisamente en la etapa REM, a la última hora de la mañana, haciendo que la mente logre recordarlos.
«Algunos madrugadores pueden haberse convertido en noctámbulos, que suelen tener más sueño REM y pesadillas más frecuentes. Y a medida que las personas eliminaban las deudas de sueño que pudieran haber acumulado durante días o incluso semanas de descanso insuficiente, era más probable que se despertaran por la noche y recordaran más sueños», asegura la revista Scientific American.
Los factores que aumentan estos malos sueños
Para los expertos existe una clara relación entre los eventos traumáticos que ocurren en una ciudad y el aumento de pesadillas. Un fenómeno que se ha repetido incluso para eventos como el bombardeo del 11 de septiembre en Estados Unidos.
Para dejar este tipo de experiencias, lo mejor es reflexionar sobre cómo nos sentimos con la situación actual, para entender cómo podemos revertir esto.
Si estás experimentando este tipo de pesadillas y sueños vividos de forma frecuente y que no te dejan dormir. Lo mejor es pedir ayuda ya que es posible que este proceso traumático te puede estar afectando.