Más de 500 días lleva el mundo afectado por la pandemia, pero sabemos que también la salud mental de todos se encuentra en riesgo debido a los confinamientos en todos los rincones.
Tras la liberación de la mayoría de las regiones de nuestro país, hoy es de vital importancia recuperar espacios y dinámicas que se han perdido debido al encierro.
Cómo nos ha afectado el encierro
Esto es lo que dio a conocer el psicólogo y director de la ONG Mente Sana, Francisco Flores, quien explica que el desconfinamiento trae desafíos muy importantes para la vida de las personas como llevar a cabo una nueva forma de convivencia.
Lo que se debe hacer es aprender a convivir con la normo virtualidad, es decir, que debemos asimilar la coexistencia con las relaciones virtuales y presenciales.
El salir de cuarentena y recobrar rutinas, como visitar y encontrarse con amigos, volver a los lugares de trabajo o el simple hecho de reencontrarse con los cercanos es una manera de recuperar partes de uno mismo. Es momento de privilegiar los vínculos afectivos, la conversación cara a cara.
Síndrome de la cara vacía
Como es sabido la pandemia a traído para muchos sufrimiento y pacientes asociados a las nuevas formas de comunicación y de relacionarse con el otro.
Pero es importante entender que existen malestares propios de vivencias traumáticas según lo que señala el director de la ONG Mente Sana, Francisco Flores.
Con el aumento del teletrabajo, el problema que se produce es que los trabajadores tienen cada vez menos tiempo para actividades afectivas. Debido a que están en más de una tarea a la vez, manteniéndose permanentemente conectados.
Así mismo estamos viviendo un constante proceso de no ver completamente la cara de nuestro interlocutor, como aquellos rastros o señales que nos permiten identificar el mensaje que quiere enviar el otro.
A esto se le denomina “síndrome de la cara vacía”, que no es considerado un trastorno o una patología, sino un modo de hablar y nombrar aquello que es novedoso y que de una u otra forma impacta.