Con todas las actividades y responsabilidades diarias, sumadas al entorno cambiante y a la cultura de la inmediatez, en la que se busca resolver las necesidades básicas con químicos y recetas express, se hace cada vez más desafiante cuidar el equilibrio mental y corporal, y ser más saludable.
La actividad física y una nutrición balanceada, entre otros aspectos, se van dejando de lado para atender otros intereses. Sin embargo, si no se siguen los pasos necesarios para mantener la energía vital, poco a poco el cuerpo se irá desequilibrando para dar paso al malestar y la enfermedad.
Asimismo si no le prestamos la atención necesaria, nuestra salud mental también se puede ver afectada. Generando cuadros de estrés, ansiedad o angustia, que fácilmente se pueden evitar.
Toma nota de algunas recomendaciones para garantizar tu bienestar general.
Descanso reparador
Dormir sin interrupciones de seis a ocho horas diarias, tiene múltiples beneficios. Entre los que destaca la regulación del sistema cardiovascular, el aumento de la resistencia corporal, la optimización de la memoria y la preservación del deseo sexual, entre otros.
Pedir apoyo
En caso de que se presenten complicaciones en el día a día, es importante contar con personas de confianza ofrezcan una contención óptima ante cualquier situación. De ser necesario, se puede buscar la ayuda de un terapeuta para sobrellevar la situación.
Ejercicios
El movimiento es esencial para la vida. Una rutina de ejercicios realizada al menos tres veces por semana, garantizará la regulación de los sistemas del organismo y la salud mental. Lo más importante es la constancia y el compromiso con el horario y la duración de la actividad que se planifique.
Complementos
Tomar vitaminas es necesario como un valor agregado de la alimentación balanceada. Adicionalmente, es importante acudir a una consulta médica al menos una vez al año. Esto para realizarse pruebas de rutina para evaluar los valores hematológicos y lipídicos, entre otros.