¿Alguna vez has escuchado hablar de los probióticos? Sabemos que son parte fundamental de nuestro organismo, pero poco nos han contado la importante función que cumplen tanto en las defensas en nuestro cuerpo como en el sistema inmune.
Ahora, con la crisis sanitaria que hemos vivido, preocuparse de la salud es más necesario que nunca. No solo con el aporte de la actividad física, sino con un organismo que nos acompañe en cada paso que damos.
¿Qué son los probióticos?
Son microorganismos vivos, que generalmente tienen bacterias que se suman a los microbios sanos en el intestino, tal como explica la Clínica Mayo.
Estos probióticos se pueden obtener a través de diferentes alimentos, por lo que mantener una dieta saludable será beneficioso.
¿Para qué sirven?
Los probióticos son fundamentales para tener una salud óptima. Su consumo frecuente permitirá una mejor síntesis de proteína en el organismo, mejores procesos digestivos, y disminuir la inflamación.
Adicionalmente permiten mejorar la inmunidad, a través de la «colonización del intestino por bacterias y hongos, a la vez aumentan el número de células inmunitarias», asegura la profesional Ana Vidaurre, nutricionista de Kombuchacha.
Investigaciones respaldan su consumo, de manera preventiva y terapéutica para tratar patologías digestivas, cuadros infecciosos y cólicos infantiles. Pero para obtener todos los beneficios, Vidaurre recomienda ir donde un médico que pueda realizar estudios de microbiota y cómo se puede mejorar.
¿Cuáles son los beneficios de los probióticos?
Entre los que podemos encontrar, podemos ver:
– Estimulación de defensas del organismo.
– Apoyan procesos digestivos.
– Disminuyen la inflamación en el intestino.
– Contribuyen a una mujer inmunidad.
– Mantiene un buen equilibrio intestinal.
¿Dónde los podemos encontrar?
Los probióticos se encuentran en diferentes alimentos como el yogurt natural fermentado, el chucrut, bebidas fermentadas como kombucha, kimchi, yogurt de pajaritos, kéfir de agua, o fermentados de verduras de origen coreano.
Ana Vidaurre, nutricionista de Kombuchacha certificada como especialista por el Autism Research Institute, nos cuenta que hay dos opciones de consumirlos.
«Existen ambas opciones: en suplementos (cápsulas) y en alimentos y bebidas. Es factible usar ambas alternativas, aunque para tratamientos y uso médico las cápsulas ofrecen la ventaja de que está bien identificado que tipo de microorganismo hay y en qué concentración, lo que permite hacer un manejo más específico».
Para aquellas personas sanas que quieren fortalecer su organismo, los alimentos son suficientes. Aunque claro, siempre se deben revisar las políticas de elaboración, materias primas y elegir productos de calidad, que realmente tengan probióticos y no sea un engaño.
Dentro de estos productos, la kombucha o bebida fermentada se ha convertido en la favorita, ya que permite un consumo de forma sencilla y sabrosa. Además, es un brebaje milenario que tiene compuestos antioxidantes como los polifenoles.
Ana Vidaurre, nutricionista de Kombuchacha, explica que la Kombucha es una excelente opción «cuando está hecha de té verde. A eso se suman algunas enzimas que apoyan procesos digestivos y ácidos. Además, se trata de una bebida ligeramente dulce, agradable y versátil, que al ser vegana y sin lactosa representa una opción de efecto probiótico adecuado para personas con ese tipo de restricciones».
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