Han pasado más de 5 años desde que en Chile se promulgó una ley que permite etiquetar alimentos en base a sus niveles de calorías, sodio, azúcar y grasas saturadas, utilizando el sello “ALTO EN”.
¿Cuál es el objetivo de la Ley de etiquetados?
Clasificar los productos que superan los límites establecidos por el Ministerio de Salud para esos nutrientes, según indica el sitio del Minsal.
La iniciativa incluso tuvo impacto mundial, repitiéndose en países como México, Perú e Israel.
Ahora, era el momento de saber si la Ley de etiquetados ha funcionado, realizando diversos estudios para concluir si realmente ha existido una reducción en el consumo de sodio, azúcar, calorías y grasas saturadas por parte de los chilenos.
¿Estamos comiendo mejor los chilenos?
En 2018, la Universidad de Chile realizó una investigación donde la compra de bebidas azucaradas y cereales había disminuido en un 25% y 9% respectivamente, además de que se redujo la cantidad de sodio y azúcares “en importantes alimentos envasados”, según la institución.
Además, “se reporta que no hay disminuciones en compras de chocolates, dulces y galletas; sin embargo, estas últimas categorías representan un porcentaje mucho menor de la ingesta de azúcares comparadas con la de cereales y jugos”.
Para este estudio se analizaron a 2381 hogares chilenos desde el 1 de enero de 2015 hasta el 31 de diciembre de 2017, y sus compras de alimentos específicos.
Los resultados concluyeron que “antes de la introducción de la ley de etiquetado y publicidad de alimentos, había una ligera tendencia a la baja en las compras de alimentos y bebidas generales, altas y no altas“.
“Aunque la proporción de hogares que compraron cualquier producto con alto contenido o que compraron alimentos con alto contenido se mantuvo en casi el 100% después de la introducción de la ley, la proporción de hogares que compraron bebidas con alto contenido se redujo en 12%”, explica el estudio.
Finalmente, la investigación arrojó que la compra de bebidas azucaradas había disminuido en un 23,7%, lo que significa que estos productos, muchas veces dañinos para el cuerpo, han sido reemplazados por otros mucho más saludables.