Son muchas las dietas que reducen la ingesta de hidratos de carbono para lograr bajar de peso, pero eso no quiere decir que sea lo más saludable.
Esto, porque según la Escuela de Medicina de Harvard, no consumirlos puede impedir conseguir la energía que necesitas.
Además de esto, los efectos secundarios que se producen más frecuentemente cuando se reducen de manera abrupta los hidratos de carbono son: mal aliento, dolor de cabeza y calambres, entre otros.
Dolor de estómago
Las molestias digestivas serían consecuencia de una pobre ingesta de fibra. Según un articulo publicado por el American Journal of Gastroenterology, la fibra no solo te hace sentir saciedad. Sino que también, ayuda a hacer el proceso de digestión y a mantener el tracto gastrointestinal.
Situación que se provocaría al haber un déficit de fibra, ya que, las dietas sin carbohidratos evitan alimentos como legumbres, frutas y verduras.
Riesgo de enfermedad cardíaca
Según un estudio publicado de The Asia Pacific Journal of Clinical Nutrition, prescindir de los hidratos de carbono puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Esto no quiere decir que suprimir los hidratos de carbono de la «comida rápida» como hamburguesas y papas fritas, no sea beneficioso para la salud.
Falta de potasio
Al deshacerte por completo de los alimentos que contenga hidratos de carbono, es posible que tu cuerpo elimine otros nutrientes beneficiosos.
Al respecto, el Amercian Journal of Clinical Nutrition publicó un estudio en el que se vio que una disminución de carbohidratos hace que orinemos más.
Cuando se reduce el consumo de carbohidratos se pierde potasio, un mineral calve cuyo déficit puede acarrear problemas a largo plazo. Tales como el aumento de la presión arterial y la formación de cálculos renales.
Desequilibrio vitamínico
Volvemos hacia el punto del déficit de frutas y verduras, que son ricas en hidratos de carbono.
Según un estudio en The Journal of the International Society of Sports Nutrition, no contar con una ingesta adecuada de carbohidratos podría significar carencia de vitaminas B7, D y E.
Además de ellas, la disminución del consumo de frutas y verduras podría desencadenar un déficit de cromo, yodo y molibdeno. Nutrientes esenciales que garantizan el buen funcionamiento de los órganos y la salud.
Sueño de poca calidad
Todos los que han experimentado con nuevas dietas saben que los cambios que se experimentan no son sólo físicos, sino también mentales.
Respecto a esto, un estudio publicado en Pediatrics afirmó que un estilo de vida sin carbohidratos acaba provocando un sueño de poca calidad, que se relaciona con una función mental deficiente.