Uno de los problemas estéticos más comunes que se ha podido ver desde siempre es la papada.
De hecho, la también conocida como «doble pera«, es uno de los procedimientos estéticos, más solicitados entre nosotras, las mujeres.
Sin embargo, ¿sabías que hay riesgos asociados a la papada que no son solo estéticos? Aquí te los contamos en detalle.
Riesgos de la papada
Uno de los problemas que ha traído la modernidad es la papada. Aunque no lo creas, el uso prolongado del teléfono celular, del computador o el tablet, hacen que uno tome una postura más agachada lo que genera la no deseada papada.
Pese a que en un principio se asociaba la papada con personas que tenían sobrepeso u obesidad, también hay personas delgadas que la poseen.
De hecho, según recoge Radio Imagina, la papada en algunos casos tiene directa relación con enfermedades cardiacas.
«Es un factor de adiposidad central y total, riesgo cardiometabólico y perfil inflamatorio en adultos jóvenes sedentarios», informó el citado medio.
Además, según el estudio realizado por la Universidad de Granada, da a conocer también que la papada puede tener relación con padecer de diabetes tipo 2.
Tipos
Como te contábamos más arriba, normalmente las personas con sobrepeso u obesidad son las que suelen tener papadas.
Sin embargo, las personas delgadas también pueden tenerlas.
Según explica el citado medio, en este caso «doble mentón puede aparecer por diversos motivos, como puede ser la genética, los daños del sol, o el abuso del teléfono móvil o la tablet con una mala postura de cuello, el conocido como text neck, entre otros».
Hay un tipo de papada que «se produce por la pérdida de elasticidad de la piel de debajo del mentón, muy común en las personas mayores y en aquellos que han perdido peso de manera muy rápida».
Mientras que hay «Otra se debe a una acumulación de tejido adiposo en esta zona, es decir, grasa, que suele observarse en la gente con sobrepeso; especialmente cuando bajan la cabeza; y, por último, una pérdida de fuerza en el músculo del mentón por lo que se descuelga«.
Ejercicios para disminuirla
Para deshacerse de la indeseada papada no solamente se puede hacer una cirugía. También existen algunos ejercicios que se pueden poner en práctica.
Uno de ellos es mover el cuello en todas direcciones. ¿Y sabes lo mejor? ¡Que se puede hacer incluso sentada!
«Sentados o de pie, llevamos la mirada y la cabeza hacia el abajo, bajando la barbilla, y cuando estemos al límite, frunciremos los labios manteniendo la posición durante unos segundos. Luego, estiraremos todo el cuello», expresó la especialista al citado medio.