La salud mental cada día toma más fuerza como un tema primordial que todos debemos abordar. Y uno de los temas más importantes dentro de este ámbito es el establecer límites sanos con quienes nos rodean. Si bien muchos expertos aconsejan esto, muchos no sabemos cómo hacerlo en concreto.
Es por eso que en FMDOS te contamos cómo puedes establecer límites sanos con los otros, en tu día a día.
Y es que muchas veces los límites pueden verse como bruscos, malvados o injustos. Por eso es importante la forma en que uno los establezca, que sea con cariño. Esto hará que la relación contigo misma y con el resto sea más sana y feliz.
¿Qué son los límites y cuál es su importancia?
En lo concreto, un límite es un parámetro para establecer qué está bien y lo que no. Si bien pueden ser complejos, otras veces son bien simples.
Por ejemplo, según la especialista Allison Moon contó a Shape, un límite puede ser bien concreto y amable.
Imagina que estás en una nueva relación y estás viendo una película con esta persona por primera vez. Le cuentas que elegiste una cinta de acción que tiene una escena de abuso sexual. Puede que tu pareja diga que no ve películas de este tipo y te plantee ver otra película.
Puede que la persona no te diga detalladamente el por qué, pero es un claro límite respecto a las producciones que ve. O que alguien cercano o la misma persona haya experimentado un evento traumático sexual. Sea cual sea el motivo, es un límite que la persona establece de manera amable.
Lo importante igual es que tampoco uno le debe explicaciones al otro de por qué poner este límite, a menos de que tú lo quieras compartir. Eso sí, también debes entender que el otro puede sentirse confundido por el parámetro establecido o que a ti te puede pasar con que alguien establezca un límite.
Lo mejor sería decir en ese caso: «No hay problema, podemos ver otra cosa. ¿Puedo preguntarte por qué otras escenas no te gusta ver?. Solo para saber en el futuro».
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¿Cómo saber cuándo debes ponerlos con otro?
¿Hay veces que te han invitado o te han pedido hacer algo y te sentiste nerviosa de decir que no?, ¿O has sentido que has invertido tiempo, dinero o energía para solo notar que alguien se aprovechó de ti y te sientes resentido?. Pues estas preguntas pueden mostrar si es que necesitas establecer parámetros con otros.
A veces puedes saber que esa relación necesita límites, pero te asusta que ponerlos cambie la dinámica con otros. Pero a pesar de lo doloroso que sea, a veces debes ser honesta y darte cuenta que puede ser más doloroso quedarte en la misma situación.
Lo que hay que tener claro es que los límites no son paredes entre otros, si no que son guías para que poder relacionarse con otros de manera buena y saludable. Y todos tienen distintos parámetros.
Ahora lo importante, ¿cómo establecer límites sanos con quienes te rodean?
Aquí te dejamos los pasos, donde la clave es la honestidad.
- Reconoce
Lo más importante es el reconocimiento para iniciar cualquier conversación. Es la forma de reconocer la realidad o lo que te incomoda, o lo que nadie quiere decir. Lo mejor es decir en voz alta.
Puedes empezar diciendo «Yo sé que ha sido difícil como he comenzado a cambiar mis límites» o «Yo sé que ha sido confuso algunas veces cuando contesto mi teléfono y otras veces no».
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Explica
Es muy importante según expertos explicar el por qué de estos nuevos límites, lo que ha veces es muy difícil hacer. La mejor forma de hacerlo es ser claro y honestos con tus emociones. Por eso es ideal saber de antemano que emociones sientes hacia el otro.
Ejemplos:
«Siento (emoción) cuando (abordamos ciertos temas, realizar cierta acción)».
«Siento temor de lo que pasará si tú sigues gastando dinero».
«Me siento incómoda cuando me preguntas de mi vida sexual».
- Ofrece
Típicamente, al demostrar emociones, puede que las lances al otro, esperando que ellos sepan qué hacer con lo que sientes. Sin embargo, para establecer límites este es el paso clave: tu oferta de cómo abordar estos sentimientos que te provoca el actuar del otro.
Puedes intentar decir tu solución con frases como «Lo que de verdad me gustaría hacer es…», «Algo que me gustaría hacer es…» o «Me gustaría que…». Y luego, puedes terminar tu propuesta con «¿Qué te parece a ti?» o algo similar, para consultarle al otro sobre tu solución ante ciertos comportamientos que te hacen sentir incómoda.
Ejemplos:
«No voy a hablar de mi vida sexual y me gustaría que me dejaras de preguntar desde ahora en adelante. ¿Crees que puedes hacerlo?».
Ahora, ya el tema es del otro, pero tú debes estar tranquila de que fuiste honesta con tus sentimientos.