El Instituto de Salud Global de Barcelona, analizó los datos de más de 1.298 niños de entre 6 y 11 años, pertenecientes a seis países europeos.
Entre los que destacan; Reino Unido, Francia, España, Grecia, Noruega y Lituania.
Según Healthy Children, los alimentos orgánicos son cultivados sin pesticidas artificiales, fertilizantes o herbicidas.
Destacando frutas y verduras con sus múltiples beneficios para grandes y chicos.
Alimentos orgánicos en niños
De esta forma, se ha encontrado que la ingesta de alimentos orgánicos en niños, se relaciona con mejores puntuaciones en pruebas de inteligencia fluida que es la capacidad de resolver problemas nuevos.
Como también, de memoria funcional o de trabajo, la que permite que al cerebro retener nueva información mientras se necesita a corto plazo.
La asociación se debe a que las dietas saludables, son más ricas que la comida rápida.
Nadie dice que una hamburguesa, unas papas fritas o unas golosinas, no lo sean. Sino que nos referimos a los nutrientes necesarios para el cerebro, como ácidos grasos, vitaminas y sustancias antioxidantes.
Además, se han encontrado otros efectos negativos que se suman a la comida chatarra, estos son el hacinamiento en el hogar y el humo de tabaco, que se relacionan con resultados más bajos en los test de inteligencia fluida.
El objetivo del estudio, era analizar la influencia que estas exposiciones pueden tener en el desarrollo y la maduración del cerebro humano.
Todo esto debido a que en esta etapa aún no es plenamente eficiente defendiéndose de las sustancias químicas del ambiente.
De esta manera, se pretender entender mejor la complejidad de las múltiples exposiciones ambientales y su efecto simultáneo en el neurodesarrollo de los niños y niñas.
Además de haberlo realizado en 6 países distintos, enfrentándose a la dificultad de sus diversas culturas.
Como principales determinantes las dietas infantiles basadas en comida rápida, densidad familiar en el hogar, la contaminación del aire y el humo de tabaco.