Cada vez que llegamos a fin de año, solemos sentir nuestros niveles de estrés mucho más alto, junto a un agotamiento mental que nos dificulta cumplir con nuestras tareas, compromisos y deberes.
Tal como nos explica el psicólogo Hugo Huerta, especialista en Trauma Complejo del desarrollo, esto pasa porque «nuestro cuerpo y mente están cansados de sentir emociones. Esto sucede porque cada vez que nos emocionamos nuestro cuerpo efectúa un alto gasto de energía, se acelera el corazón, la respiración, se exigen los músculos etc».
Cuando nuestras emociones se vuelven negativas, estas aumentan los niveles de estrés de nuestro cuerpo. Si se sostiene en el tiempo, causa un agotamiento mental y físico en nuestro cuerpo, «que puede llevar a cuadros depresivos donde baja nuestro ánimo y nuestra capacidad de disfrutar la vida».
Estos estados de estrés y baja energía usualmente se sienten con más fuerza durante fin de año. Esto por el alto contenido emocional que vivimos con el cierre de ciclos, altos gastos, expectativas de estar con la familia, y hacer felices a otros mediante actividades que nos llevan a una sobre exigencia.
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Las 5 señales más evidentes del agotamiento mental por el psicólogo Hugo Huerta
1-Falta de energía: Sientes que no tienes “fuerzas” para realizar tus actividades diarias y cualquiera de ellas te parece un desafío enorme. Esto ocurre porque el constante estado de alerta de nuestro sistema nervioso, consume la energía disponible en tu cuerpo que se obtiene a través de los nutrientes que consumes a diario. Por ende, no son suficientes para la demanda de tu cerebro y entonces este reduce su actividad, tal como si tu auto se quedara sin combustible.
2-Falta de productividad y resultados: En una condición de estrés, las áreas de tu cerebro que se ocupan de la productividad y a la obtención de resultados, disminuyen drásticamente su capacidad. Todo porque se pone prioridad en las áreas destinadas a preparar al organismo para la lucha y la huida. Tu cerebro está preparado para una batalla, no para la creación y productividad.
3- Insomnio: A pesar que hayas tenido un día agotador, al momento de acostarte, no puedes conciliar el sueño porque tu cabeza no para de pensar.
4-Falta de descanso por las noches: Debido al estado de estrés en que te encuentras, tu cuerpo también se mantiene en alerta a las órdenes del cerebro. En consecuencia, aunque estés acostado sientes que no te puedes relajar ni descansar.
5-Irritabilidad: Un sistema nervioso estresado está con una organización temporal para la lucha y la huida, no para la socialización y conexión con otros.
¿Cómo disminuir el agotamiento mental?
A pesar del estrés que podemos sentir, sí tenemos el poder de manejar nuestro estado. El psicólogo Hugo Huerta, especialista en Trauma Complejo del desarrollo, recomienda disminuir nuestra exposición a situaciones de alto contenido emocional.
«Elegir por ejemplo películas más livianas y evitar discusiones innecesarias. Por otro lado también es recomendable un buen dormir, alimentación sana, actividad física y bajar la carga laboral en lo posible. Además de esto enfocarnos en mantener la paz con las personas que nos rodean y con nosotros mismos».
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