Tras el anuncio del fin de la obligatoriedad del uso de la mascarilla fueron muchos los niños y jóvenes que celebraron este hito tras dos años de restricciones, sin embargo, también se develaron casos, principalmente de adolescentes, que se sienten inseguros sin ella. Esto, porque la mascarilla, entre otras cosas, les permitía ocultar sus complejos y temores.
Así lo asegura la psicóloga infantojuvenil de RedSalud, Natalia Terán. Ella admite que, muchos miedos y la desconfianza que de alguna manera se habían mantenido ocultos durante la etapa más álgida de la pandemia, hoy salieron a la luz. Sobre todo, en un entorno marcado por una salud mental deteriorada, tal como lo señala la última encuesta de la Defensoría de la Niñez, donde los propios adolescentes señalan como principales problemas de salud entre sus pares la ansiedad (92,9% de las menciones), la depresión (92,3%) y las auto lesiones (77,5%).
«Hay que entender que la adolescencia es una etapa muy compleja para muchos, producto de los cambios físicos y emocionales que implica el surgimiento de inseguridades entre algunos jóvenes. Además, es la primera etapa del desarrollo de la identidad», dice la especialista.
En ese sentido, explica que «el volver a la sala de clases o en aquellos casos donde los jóvenes adolescentes se muestran por primera vez sin mascarilla puede ser un proceso más difícil de procesar y asimilar. Porque despierta el miedo de ser avergonzado o criticado por otros. A esto hay que sumarle la serie de problemas de salud mental que se incrementaron en este periodo, que llevó a más casos de ansiedad y depresión».
Asimismo, Terán indica que «la mascarilla se ha convertido en una fuente de seguridad y protección para muchos jóvenes adolescentes. Les ha servido de escudo al momento de relacionarse con sus pares».
¿Cómo el círculo cercano puede apoyar a los adolescentes en este periodo?
La psicóloga de RedSalud menciona cinco consejos claves para enfrentar los problemas y complejos que pueden enfrentar los adolescentes en este periodo sin mascarilla:
Ofrecer apoyo y conectar:
«Muchos padres suelen invadir la privacidad adolescente, sin embargo, es importante ser capaces de aprender a ‘leer’ los mensajes de los hijos, para saber cuándo desean hablar y cuándo no. Además, los jóvenes necesitan percibir que pueden tener su espacio, pero que los padres seguirán ahí, protegiéndolo y marcando pautas», asegura.
Por otra parte, sostiene que es misión de los padres tratar de conectar con sus hijos, aunque reciban un no como respuesta. “Lo más probable es que nuestros hijos ya no quieran pasar tanto tiempo en familia o prefieran pasar tiempo en su pieza. Sin embargo, es fundamental que nunca le falte la invitación para participar o ser parte de algo en familia, y que los adultos sean enfáticos en decirle a los adolescentes que les importa y disfrutan de su compañía”.
Mantener una escucha activa y comunicarse:
Según la psicóloga infantojuvenil un aspecto clave es dedicar tiempo para escuchar y hablar cuando así sea necesario. «Para muchos padres no es fácil mantener una conversación con un adolescente, sobre todo cuando están frente a problemas. En este caso es esencial que practiquen la escucha activa y sean capaces de validar lo que están diciendo sus hijos, en lugar de tratar de arreglar de inmediato la situación, de contradecirlos o juzgarlos. Además, no hay que acercarse con la intención de que nos cuenten todo, porque esto podría tomar más tiempo, pero sí podemos como adultos iniciar la conversación y hablar de cómo se podrían afrontar nuestras reacciones frente a una situación en particular, sin imponer ideas», comenta.
Terán agrega que «el estilo de vida actual, marcado por la escasez de tiempo dificulta mucho las situaciones, pero depende de los padres asignar el tiempo. Sin embargo, es clave generar espacios y tiempos, sobre todo cuando tienes varios hijos. Por ejemplo, dedicar exclusivamente al menos una hora a cada uno o cada 15 días tener una salida padre-hijo, generando un espacio donde se pueda facilitar la comunicación amorosa. Es la única forma de conocerse mutuamente».
Destacar sus puntos positivos y virtudes
«Algunos padres son muy críticos y exigentes con los adolescentes y se les olvida que están pasando por una etapa de construcción de identidad y de búsqueda de aceptación. Por lo mismo, un aspecto clave es resaltar lo positivo de sus acciones, destacar sus virtudes y felicitarlos cuando les va bien en algo. Todos tenemos puntos fuertes en algo, pero hay que detectar esas cualidades y ayudarlos en ese proceso», señala.
Trabajar la autoestima
Durante la etapa escolar, hay jóvenes que se enfrentan a burlas o bromas sobre aspectos físicos y psicológicos, lo que puede repercutir en el estado de ánimo y salud mental del adolescente. Por ello, el trabajar la autoestima es un pilar primordial. «Primero que todo, hay que validar el sentimiento de miedo o de sentirse vulnerable, porque es algo que están sintiendo y debe ser respetado. Sin embargo, lo que podemos hacer desde ya es trabajar y fortalecer la autoestima. Explicar que el físico no es lo más importante a la hora de relacionarnos con los demás y que todos somos diferentes, con nuestras cualidades y debilidades», explica.
No obligar a quitarse la mascarilla
Para algunos adolescentes, eliminar el uso de la mascarilla será un proceso adaptativo. En esa línea, «debemos ser pacientes, y no obligarlos a quitarse la mascarilla, sino que darles su espacio y tiempo de adaptación. Algunos padres buscan mecanismos o proponen instancias para que poco a poco vayan recuperando la confianza», concluye la psicóloga de RedSalud.
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