¿Cuántas veces has llegado después de una intensa jornada laboral directo a abrir una cerveza y a tu sillón? Disfrutar de una copa de manera ocasional y con moderación puede ser vista por muchos como una opción de relajo y dependiendo de la bebida, incluso puede traer beneficios.
Pero cuando comenzamos a asociar la diversión directamente con el alcohol y las copas se convierten en algo mucho más frecuente, es posible que estemos ante una situación diferente y preocupante.
7 signos de que bebes mucho alcohol
1. Utilizas el alcohol para poder atravesar momentos difíciles
Uno de los signos más preocupantes sobre tu relación con el alcohol es cuando lo necesitas para sentirte más animada o incluso para controlar tus emociones.
Tal como la droga, el efecto inmediato del alcohol te puede llevar a sentirte con más energía y feliz, pero no olvides que el bajón el día después puede ser aún más difícil.
Si buscas en la bebida una escapatoria para tus problemas, para dejar de sentirte deprimida o simplemente para calmar tus nervios, es posible que estés provocando una dependencia.
Según expertos, el alcohol en casos de depresión o ansiedad suele empeorar aún más los síntomas, por lo que deberías mantenerte alejada de él mientras estás en tratamiento.
2. Un trago se convierten en varios
Si disfrutas una copa de vino después del trabajo no hay problema. Pero si cada vez que sales con tus amigos o compañeros terminas bebiendo más de lo que pensabas y sientes que no tienes control, estás ante una señal de advertencia.
Es posible que todos nos dejemos llevar cuando estamos de fiesta, pero cuando se convierte en algo habitual, y no solo gastas mucho dinero, sino que pierdes tus sentidos, es hora de pedir ayuda.
3. Estás pensando en tu próximo vaso de alcohol
Uno de los signos más importantes que te indican que bebes mucho alcohol es que constantemente estás pensando en tu próximo trago. Quizás estás pensando lo rápido que quieres que pase el tiempo para tu próxima fiesta, con el fin de justificar las ganas de beber.
En caso de que estés suprimiendo tus salidas y hábitos saludables como ir al gimnasio para salir de fiesta o volver a casa para tomar unas copas de vino, también podrías estar ante una señal.
4. Te has puesto en peligro
Las personas que suelen beber con frecuencia pierden la noción del tiempo como también la responsabilidad para tomar decisiones.
Con tres tragos tu cuerpo pierde la coordinación y el estado de alerta, lo que te pone en riesgo a ti y a las personas que te rodean. Si mientras has estado de fiesta te has lastimado, pon atención a tus límites.
5. Pasas enferma
El consumo de alcohol en exceso debilita el sistema inmunológico, permitiendo que más enfermedades y virus afecten a tu organismo, incluyendo las infecciones por Covid-19.
Según el Instituto Nacional sobre Abuso de Alcohol y Alcoholismo, quienes tienen problemas con el alcohol suelen sufrir enfermedades como tuberculosis o neumonía.
6. Tienes problemas para dormir
Beber alcohol afecta directamente al sueño REM y al ritmo cardiaco, produciendo insomnio o una peor calidad del sueño. De esta forma no obtienes un descanso adecuado y tu reloj interno hará que te levantes de manera aturdida y con la conocida resaca.
7. Tu piel está afectada
Los malos hábitos afectan de inmediato la piel. Si ves que tu rostro está deshidratado, opaco e incluso tiene granos o poros dilatados, puede deberse a los efectos del alcohol en tu organismo.
Si sueles consumir alcohol en grandes cantidades, es posible que tu piel se enfrente a un envejecimiento prematuro, provocando mayor cantidad de vasos sanguíneos y líneas de expresión visibles en tu rostro.
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