Por Carolina Reyes Cristi, psicóloga, Magíster en Psicología Educacional y directora de Colegio Monteluz.
La diversidad sexual, hace menos de medio siglo, era un tema totalmente tabú, poco explorado, conocido, hablado y menos aún, tratado en los entornos escolares. De esta manera, quienes se sentían “diferentes” o que no encajaban con la “norma”, debían callar y vivir de manera oculta sus vivencias en el plano identitario/afectivo/sexual.
En la actualidad, el movimiento LGBTIQ+ ha ganado fuerza, buscando visibilizar y hacer respetar sus derechos. Es así, como los adultos de hoy que tuvieron una infancia donde no se habló, ni educó sobre este tema, deben poder hacerlo con sus hijos e hijas. Para así transmitirles la importancia de la aceptación y el respeto hacia la diversidad de identidades y orientaciones.
¿Por qué es importante educar sobre la diversidad sexual en los colegios?
Cuando existen padres que logran legitimar las diversidades, pueden instalar el tema de conversación con sus hijos e hijas. Educándolos al respecto y transmitiéndoles el valor de la diversidad como una característica inherente al ser humano. Esto no solo promueve una mayor comprensión y empatía, sino que también prepara a los niños y niñas para interactuar en un mundo diverso y plural, fomentando el respeto y la inclusión desde una edad temprana. Además, al valorar y celebrar las diferencias, se contribuye a construir una sociedad más justa, donde cada individuo puede desarrollarse plenamente y sin miedo a ser discriminado.
Pretender que todos sean iguales homogeneizándolos es un gran error, ya que solo fomenta la exclusión y la incomprensión hacia quienes se desvían de esa “norma social”. Esto favorece prácticas discriminatorias e incluso violentas.
El rol de los adultos en la educación de sus hijos
He ahí la gran importancia de que los adultos de ayer se actualicen, se eduquen y desaprendan para adaptarse a los tiempos de hoy. De este modo, podrán entablar conversaciones con sus hijos e hijas, fomentando el respeto, la tolerancia y la inclusión en todas sus formas.
Asimismo, el rol de los colegios también es fundamental para instalar y conversar sobre la diversidad sexual. Conocer sus formas, manifestaciones y desarrollar el pensamiento autónomo y crítico para favorecer la inclusión en los vínculos y una sociedad más equitativa, solidaria y comprensiva. Esta mirada es clave para prevenir no sólo la discriminación, sino también el bullying que pueda desprenderse de miradas más LGBTIQfóbicas y que afecta gravemente la salud física y mental de niños, niñas y adolescentes.
Educar en diversidad sexual no significa adoctrinar a los estudiantes. Sino entregarles herramientas para comprender la complejidad de la sexualidad humana, de manera que puedan desarrollar su propio pensamiento crítico y tomar decisiones informadas sobre su identidad.
Al incluir la diversidad sexual en los colegios, se normalizan las diferentes orientaciones sexuales e identidades de género. Logrando generar un ambiente escolar inclusivo, seguro y cálido para todos.
Logrando esta apertura y ampliación de mirada, podremos construir un mundo con valores claves para el logro de una convivencia armónica, donde todos podamos vivir con dignidad y respeto.
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