Cada vez es más frecuente que los perros sufran un deterioro de sus articulaciones en codos y rodillas de sus patas o en las caderas.
Perros a los que les cuesta levantarse, comienzan a cojear, no son capaces de saltar a la cama de sus dueños como lo hacían antes, no les gusta salir a pasear, caminan más lento o les cuesta subir escaleras. Ellos pueden estar sufriendo artrosis y artritis canina, conocido en la medicina veterinaria como Osteoartritis Canina.
«Con el avance de la edad, el cartílago se desgasta lenta y progresivamente, lo que puede provocar un roce en los huesos de la articulación. Esto produce inflamación en la zona. El frío invernal provoca una contracción de los músculos que presiona el área inflamada en la articulación, aumentando la sensación de dolor. Por eso, el perro evita el dolor reduciendo su movilidad». Así lo explica Diego Pincheira, médico veterinario de Laboratorio Drag Pharma.
La artritis canina es más frecuente en razas de mayor tamaño –sobre 30 ó 40 kilos- debido a la carga mecánica o mayor peso que se producen sobre las articulaciones. Por eso, afecta más a razas como Pastor Alemán, Labrador, Golden Retriever y Rottweiler.
La clave para prevenir la artristis canina
«En gran medida, está en manos del dueño o tutor que el perro mantenga su movilidad en la vejez», advierte Pincheira. Una de las principales acciones para prevenir la artritis canina es evitar el sobrepeso, para reducir la presión sobre la articulación.
«Hay que dar al perro un alimento extrusado o seco de acuerdo a su etapa de vida. Y según la cantidad que indica el envase. Hay que evitar darle comidas humanas como regaloneo», advierte.
Para mantenerlo en un peso adecuado es importante que realice ejercicio, con paseos diarios. A partir de los 7 u 8 años, se puede suministrar condroprotectores o protectores de las articulaciones a través de la alimentación o de manera suplementaria.
«Los condroprotectores apuntan a reducir la velocidad de la degeneración del cartílago que protege las articulaciones o detener el avance de la degeneración, y los signos como el dolor», apunta Pincheira. «Si tenemos un perro mayor a 7 años, podemos escoger un alimento para perro senior que contenga condroprotectores como el condroitin y la glucosamina», aconseja.
El condroitin es parte de la estructura del cartílago se que va perdiendo con los años, y la glucosamina es un precursor que estimula que el organismo produzca condroitin y otras estructuras del cartílago.
También a modo preventivo o para reducir el avance de la artritis canina se puede suministrar multivitamínicos o suplementos nutricionales para perros senior que contengan condroitin y glucosamina.
Finalmente, Pincheira aconseja que en cuanto un dueño vea que su perro muestra signos de menor movilidad, lo lleve a un médico veterinario. Eso permitirá establecer un diagnóstico oportuno. El médico veterinario realizará exámenes físicos y de imágenes para dar un tratamiento adecuado. Este puede ser una dieta para bajar de peso a la mascota, antiinflamatorios, analgésicos y condroprotectores, hasta una cirugía en casos más graves.
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