
Además de ser virtud, la paciencia es la capacidad de mantener la calma frente a la espera, dificultades o provocación, permitiéndose tener una mejor calidad de vida.
Según el portal de la fundación Salud y Persona, la paciencia se implica en la disposición de escuchar y comprender a los demás con la capacidad de no emitir juicios.
De acuerdo a la psicología, desarrollar esta habilidad tiene un impacto significativo en el bienestar emocional de las personas, reduciendo los niveles de ansiedad y estrés. La paciencia fomenta la resiliencia, ayudando a enfrentar los desafíos de la vida con una actitud más fuerte y positiva.
Según Infobae, al practicar esta virtud, las personas se sienten más conectadas con quienes las rodean, lo que facilita la resolución de conflictos y la construcción de relaciones basadas en el respeto mutuo. Este enfoque también ayuda a manejar mejor las dificultades cotidianas, disminuyendo los sentimientos de estrés y ansiedad que suelen surgir en situaciones de tensión.
Por otro lado, Laura Palomares, psicóloga y directora de Avance Psicólogos explica que "ser paciente es bueno porque nos hacemos más fuertes, más resistentes a la duda o a la frustración. En consecuencia, sufriremos menos".

¿Cómo reforzar la paciencia?
De acuerdo a la experta hay una serie de conductas que podrían ayudar a cultivar la paciencia como por ejemplo no exagerar. "Esperar un minuto más en pensar, pasar el semáforo en verde no va afectar en nuestra vida. Así que permitámonos ese minuto”, aconseja Laura Palomares.
- Relativizar
- Respirar
- Asumir responsabilidades
- Ser coherentes
- No ser tan exigente consigo mismo
- Pensar antes de hablar
- Aprender a vivir en el presente
- Diferenciar lo que depende de nosotros y está en nuestra mano, de lo que no.
Puedes leer: Qué significa que una persona no sea puntual, según la psicología