Casi todo el mundo ama ver televisión y a la vez mirar el celular y es que el mundo de hoy es demasiado simultáneo por lo que tenemos la capacidad de prestar atención a más de una cosa.
Según datos de Barómetro TV-OTT, realizado por la empresa Barlovento Comunicación, se hizo un estudio el que arrojó que el 56,5% de los encuestados utiliza el celular mientras ve la tele, un 17,8% usa el computador, un 17,5% utiliza la tablet y un 3,3% escucha la radio.
Y es que según Mireia Cabero, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Educación y Psicología de la Universidad Oberta de Catalunya: “Nuestro cerebro tiene la capacidad de atender estímulos simultáneos”.
«Tenemos menos paciencia; los minutos en los que el programa televisivo no nos distrae o no da respuesta a nuestras necesidades, elegimos no esperar y sabemos que la tecnología nos permite aprovechar más el tiempo, nos permite comunicarnos con personas, estar informados, distraernos o consumir”, comentó al respecto.
De hecho, las plataformas de streaming ya saben que nuestra atención estará en mirar la tele y al vez el celular, por lo que muchas de ellas refuerzan la producción de contenido, creando actividades más creativas.
Según la experta, «el covisionado (mirar televisión y el celular) cumple su función y tiene su utilidad, aunque nos limita la experiencia de estar presentes en el ahora y en el aquí y nos priva de la experiencia de aburrirnos, que es de gran utilidad para despertar la creatividad».
¿Por qué ver la tele y mirar el celular es perjudicial para la salud?
Según expertos, los más afectados son los jóvenes, sobre todo las mujeres, mientras que los menos afectados son las personas mayores de 55 años.
¿Pero a qué se debe esto? Este sesgo básicamente es porque los mayores están más acostumbrados a una experiencia lineal sin interrupciones.
Los jóvenes tienen una mayor capacidad de atención y pueden manejar mejor el uso simultáneo de dispositivos. Según datos del estudio, el 72% de los jóvenes de 18 a 24 años usan el móvil mientras ven la televisión. Un número que se reduce un poco entre los 25 y 34 años, quedándose en un 67%.
«Las edades más jóvenes tienen una mayor capacidad atencional del cerebro y es probable que esto les facilite poder simultanear el uso de pantallas y de información; en cambio, las edades más avanzadas no tienen un histórico de covisionado que haga natural ese estilo de uso de dispositivos», agregó Cabero. Los mayores de 55 tienen la tasa más alta de no covisionado, con un 39%.