Con la llegada de septiembre, se acerca el cambio de estación. Y a pesar de que para muchos esto puede ser sinónimo de alegría, flores, amor y felicidad, para otros puede significar algo mucho más profundo que repercute en su salud mental.
Mucho se habla sobre el incremento de las tasas de suicidio en la primavera. Pero ¿Cómo se explica?
¿Por qué aumentan los suicidios en primavera?
Según expertos que conversaron con La Tercera, el cambio de clima genera un impacto directo en el estado de ánimo de las personas. Por lo que, la exposición mayor al sol provoca mucha más serotonina y aumenta la felicidad. Esto ocurre en personas que no tienen un trastorno ansioso.
Sin embargo, para aquellas que padecen de algún problema de salud mental, la primavera puede significar un cambio brusco en el que su estado anímico contrasta con el de los demás, generando soledad y angustia.
Según la psicóloga de la Clínica Las Condes, Lorena Ceballos, este contraste que ocurre con el suicidio es porque “al llegar la primavera, la mayoría mejoramos nuestro estado de ánimo, se reactiva la vida social, se anuncian las Fiestas Patrias. Todos parecen motivados. Pero no quienes se sienten mal emocionalmente. Su entorno trata de convencerle, generando presión e impotencia».
Además, agrega: «Aumentan los sentimientos de inadecuación personal y la falta de comprensión del contexto agudiza los sentimientos de soledad con lo que crece la angustia y la desesperanza y, en algunos casos, los pensamientos de atentar contra la vida propia».
Es en este contexto, que estar atentos a las señales que tienen nuestros cercanos, puede hacer una gran diferencia y podría significar un sistema de prevención que ayude a alguien que lo necesita.
Los datos que se conocen en la Región
Según información oficial de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), «cada año, más de 703.000 personas se quitan la vida tras numerosos intentos de suicidio, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos».
La OPS recalca que el suicidio es la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 20 a 24 años en las Américas. Por otro lado, le siguen las personas de 45 a 59 años, quienes tienen la tasa de suicidio más alta, seguidas por las de 70 años o más», añaden en el sitio web.
Además, agregan que luego de que la OMS decretó la alerta mundial por el COVID-19, las personas comenzaron a experimentar mayor nivel de estrés, sufrimiento y ansiedad, lo que provoca un incremento de los problemas de salud mental.
Según el psiquiatra de Clínica Las Condes, Cristián Aguirre, indica que “llevamos una vida con altas exigencias y poco permiso para el goce y el ocio. Si a esto le sumamos la incertidumbre generada por el Covid-19, la soledad vivida por muchos y la necesidad de tener que adaptarnos en forma permanente a los cambios por la crisis sanitaria, nos encontramos en un escenario propicio para gatillar trastornos psicológicos de distinto tipo en la población en general”.
Finalmente, desde la OPS señalan que «aunque la relación entre el suicidio y los trastornos mentales está bien establecida, muchos suicidios también pueden producirse de forma impulsiva en momentos de crisis, como una pérdida económica. Algunos factores de protección son las relaciones personales sólidas, las creencias religiosas o espirituales y las estrategias de afrontamiento y prácticas de bienestar positivas».
Lee también: ¡Ideal post Fiestas Patrias! 5 tips para desintoxicar tu cuerpo del alcohol