En el trabajo, estudiando o descansando, ¿cuántas veces te has quedado mirando las historias de Instagram en lo que parecen ser horas?
Estos pequeños círculos que se encuentran en la parte de arriba de tu teléfono, nos dan una pista de las vidas íntimas de tus amigos, ex parejas, compañeros de trabajo e incluso famosos y celebridades que sigues.
¿El secreto del interés? Estos videos o imágenes solo viven por 24 horas, para luego quedar en el olvido (o no tanto). Pero, ¿cuál es la clave de éxito para que esta pequeña función de Instagram sea tan adictiva, tanto así como para distraernos completamente de lo que hacemos?
La realidad tras las historias de Instagram
Fue en agosto de 2016 cuando estos pequeños círculos aparecieron por primera vez en nuestra vida en Instagram, con una función que era descaradamente similar a Snapchat, otra red social que en ese entonces estaba en la cima del éxito.
Ya en 2017, 300 millones de usuarios utilizaban Stories para mostrar parte de su vida, una tendencia que crecía y crecía. Para 2021, más de 500 millones de personas interactúan con esta función a diario.
Para el fundador de Therapy Central, Dr. Raffaello Antonino, las historias de Instagram son como capítulos de Netflix. Son tan rápidas, que nos dejan con ganas de más y más. Esto también se interpone en nuestra vida, ya que el contenido fue específicamente creado para alejarte de tus tareas diarias y poder tener un escape de la realidad.
Su diseño también tiene que ver, cada una de las características te engancha aún más, generando un círculo vicioso del que no puedes salir, incluyendo los menos de 15 segundos que los usuarios tienen para compartir su contenido.
Otra de las claves ganadoras es que a través de las historias de Instagram, las personas sienten que pueden ser más naturales y alejarse de la perfección. ¿La razón? Porque estas publicaciones solo duran 24 horas, a diferencia de lo que publicas en tu Feed.
Tal como revela una encuesta realizada por Facebook, las personas eligen las historias porque «quieren ver qué hacen sus amigos en un momento concreto, lo que indica que las historias acercan a las personas en tiempo real. El segundo caso ocurre cuando quieren ver contenido auténtico y sin filtros, es decir, momentos cotidianos o situaciones sin un propósito concreto».
¿Cuáles son los límites?
Pasar horas y horas pegadas en tus historias de Instagram o cualquier otra aplicación puede ser dañino. De hecho, estas Stories tienen un gran impacto en la alta tasas de ansiedad y depresión.
Esto porque en ocasiones los filtros desvirtúan esta realidad que nos lleva al odio en cómo lucimos o a no sentirnos lo suficientemente buenos. Una dismorfia corporal que aumenta con el paso del tiempo y que se da por las exigencias de la sociedad de cumplir unos cánones de belleza imposibles.
Pero eso no es todo, cuando compartimos una foto y video, la gente suele experimentar una dosis de dopamina cuando reciben respuestas positivas, incluyendo una vista de tu ex pareja.
¿Cuáles son las señales de que soy adicta a las redes sociales?
1. Pierdes la noción del tiempo cuando estás en internet, olvidando tu ambiente físico o las tareas que estabas realizando.
2. Te sientes irritado o molesto cuando no puedes tomar tu teléfono o estar presente en tu vida digital. Además, sueles tener pensamientos de que te puedes perder algo, simplemente por estar viviendo tu día a día.
3. Pierdes el interés por las actividades que antes te gustaban como leer o salir, solo por el hecho de preferir esta en redes sociales.
¿Culpable?