Nadie merece ser discriminado y menos por ejercer un trabajo. Lamentablemente, en el caso de la periodista boliviana Karla Villaroel Vaca, no fue así.
Es que la mujer fue victima de ataques debido que, además de su labor como reportera, también se dedica a la venta de comida para conseguir mayores ingresos. Pero nunca pensó que por esta situación, recibiría comentarios tan despectivos.
El caso de Karla Villaroel, no deja indiferente a nadie, puesto que es difícil entender los ataques sufridos por el simple hecho de tener un segundo trabajo, como vendedora de comida.
Hecho que se hizo conocido luego de la reportera fuera fotografiada en la calle mientras vendía desayunos, ocupación que tiene los fines de semana.
Al conocerse la fotografía, una mujer la comenzó a criticar, e incluso, preguntar si no sentía vergüenza por estar vendiendo comida. Pregunta a la que la reportera respondió a través de sus redes sociales.
Respuesta de la reportera ante las burlas y críticas
«No me da vergüenza, sin miedo al éxito. Así le respondí a la señorita que me escribió para burlarse de mí por vender empanadas y sándwiches los fines de semana» comenzó escribiendo la periodista boliviana.
«Ella me dijo de manera burlesca: «Qué pasó Karla, el periodismo no te da plata, tan bajo has llegado? ¿No te da vergüenza?» Simplemente me reí y le dije la frase que esta al principio de este texto», escribió la joven.
Además agregó «Ahora yo le digo a ustedes pues no, esa no es la cuestión si da plata o no. Lo que importa son las ganas de salir adelante».
«Vergüenza es robar, vergüenza es ser mediocre por burlarse de las ganas que tiene una persona de salir adelante buscando ingresos de manera honrada con sacrificio, sin hacerle daño a nadie y sin meterse en la vida de nadie» sostuvo Villaroel.
La periodista que trabaja en la Cadena A Red Nacional resaltó además que «si hay la posibilidad de hacer algo extra honestamente pues lo hago».
¿Cómo nació la idea de Karla Villaroel?
Además, en conversación con «El Deber«, la reportera comentó que la idea de la venta de alimentos la tuvo al visitar un sitio cerca de su hogar durante una jornada de trabajo como periodista.
Al notar la falta de alimentos, la comunicadora decidió comenzar su negocio de venta. «En una de mis coberturas en los puntos masivos de vacunación me di cuenta que había mucha gente y que durante las mañanas no vendían nada».
A lo anterior agregó que «Ese día llegué de mi trabajo y para ayudar a mi hermana le dije que vendamos empanadas en la Escuela Militar de Ingeniería, que está a tres cuadras de mi casa. Entonces ella me pregunta si me daba vergüenza y le dije que no».
Desde el momento en que este hecho de discriminación la reportera ha recibido apoyo de muchas personas, y tú ¿qué opinas de la situación?
Leer también: «¡Están increíbles!: WhatsApp incorporará emojis inclusivos»