Una pareja homoparental se ha hecho viral en los últimos días tras ser un ejemplo de unión y superación de los momentos difíciles tras adoptar a una niña de tres años que tenía leucemia y que había sido abandonada en el hospital.
Según información del diario argentino Los Andes, la historia comenzó cuando el pediatra Gastón Fernández, quien era el jefe de residentes del hospital, conoció a la niña de tres años llamada Bianca, quien sufría de leucemia linfoblástica aguda y que, además, presentaba un retraso madurativo. Esta enfermedad es uno de los cuatro tipos de cáncer que afectan la sangre y se origina en la médula ósea.
A pesar de su grave estado de salud, esto no era lo más grave, ya que la menor estaba sola, sin sus padres ni ningún otro familiar que la acompañara.
La historia de adopción de Bianca
En recientes declaraciones ofrecidas a un medio argentino, uno de los padres de la niña, explicó que “en la Guardia me cuentan que había finalizado una de las etapas de quimioterapia. Que se encontraba estable y que estaba sola”. En ese momento, Gastón y su pareja, Daniel González, estaban recién casados y pensaban en adelantar un proceso de subrogación de vientre fuera del país.
El vientre de alquiler o gestación subrogada, es la práctica por la que, previo acuerdo con otra persona o pareja, una mujer se queda embarazada. Esta, lleva la gestación a término y da a luz a un bebé para esa otra persona o pareja. Quienes finalmente se convierten en progenitores del bebé.
Ante esta situación, Gastón decidió llamar a su esposo para comentarle el caso de la pequeña, y de forma inmediata se acercó hasta el hospital.
Ahí, la pareja inició el proceso para adoptar a la niña. “Daniel movió cielo y tierra para dar con el juzgado que llevaba la causa. Pasó horas eternas haciendo guardias para luchar por esta criatura que ya le había robado el corazón”, relató Gastón Fernández.
Después de una gran lucha, el matrimonio recibió la gran noticia del Registro de Adopción. En ella se oficializaba que la pareja había adoptado a la niña.
Después de ocho años de silencio, por respeto a su hija, ambos se decidieron a contar este capítulo que Daniel pide coronar con esta reflexión: “Ser papá no es un título, es un vínculo que se gana día a día y para el resto de nuestras vidas”.
Ahora Bianca Delfina González Fernández tiene 11 años y recibió el alta médica. 8 años han pasado desde este especial momento, que le dio a Bianca una nueva vida. Esto, después de pasar la mayor parte de su vida en un Hospital y en un hogar de menores.