El sueño infantil está rodeado de numerosos mitos que a menudo generan confusión entre padres y cuidadores. Dormir bien no se trata solo de cumplir con una cantidad de horas, sino también de garantizar que el descanso sea de calidad y reparador, para que al día siguiente los niños puedan retomar su rutina de manera óptima
Para despejar todas las dudas y descubrir las verdades sobre el sueño infantil, conversamos con Yael Numhauser, Sleep Coach Infantil Certificada, quien nos entregó sus mejores consejos.
Las verdades sobre el sueño infantil
Según la experta y creadora de la cuenta en Instagran, Trick&Sleep, «el sueño es mucho más complejo de lo que se cree y funciona como una especie de rompecabezas. Son varias piezas que debemos conectar para lograr un sueño reparador suficiente y también de calidad».
Por eso el primer tip de Yael es entender que cada requerimiento va a depender de la edad del bebé o niño, tanto en su sueño diurno (siesta) como nocturno.
El ambiente de sueño es clave
Una de las reglas de oro es tener un ambiente adecuado para que nuestros niños puedan dormir. Esto debe ser en una habitación con una temperatura de 20° a 22°.
La oscuridad también es relevante, sobre todo a partir de los cuatro meses de edad donde los niños ya diferencian entre el día y la noche. Un ambiente oscuro nos permitirá que el bebé o infante secrete melatonina, la hormona que induce al sueño.
El ruido blanco ayuda
El ruido blanco es una máquina que emite un sonido constante, que permite que el bebé se relaje o vuelva a dormirse rápidamente en cada microdespertar, ya que su sonido monótono facilita que elementos externos no perturben el sueño.
El sueño independiente es vital
Yael Numhauser explica que lo más complejo de lograr pero lo más importante, es que el bebé aprenda a conciliar el sueño por sí solo. Esto permitirá que el niño pueda conectar los ciclos de sueño de manera independiente, lo que lo hará descansar durante más tiempo sin interrupciones.
Estos son los mitos que no debes seguir sobre el sueño infantil
La Sleep Coach asegura que no solo existen hábitos dañinos que perjudican el descanso de los niños, sino también grandes mitos que son difíciles de desmentir.
«No lo dejes dormir de día para que duerma mejor de noche»: Esto es falso. De hecho, un niño que no duerme lo suficiente durante el día puede estar más irritable y tener dificultades para conciliar el sueño por la noche.
Acuéstalo más tarde para que se despierte más tarde»: Este mito también es incorrecto. Si un niño se acuesta muy tarde, es probable que se despierte aún más temprano y no logre dormir las horas que necesita.
«Que haga mucha actividad física antes de dormir»: Aunque el ejercicio es importante, hacerlo justo antes de acostarse puede sobreestimular al niño, dificultando que se relaje y concilie el sueño.
«Debe acostumbrarse a dormir con ruido»: Esto también es falso. Aunque algunos niños pueden dormir en entornos ruidosos, un ambiente tranquilo y relajado es más beneficioso para la mayoría.
«Mi recomendación es preocuparse y poner en un lugar muy importante el sueño de nuestros hijos, ojalá dentro de nuestras prioridades. Los beneficios asociados al sueño son muchísimos, solo por nombrar algunos, por ejemplo el sueño promueve el desarrollo cognitivo, durante el sueño se libera la hormona del crecimiento. También en el sueño los niños que duermen mejor tienen un mejor sistema inmunológico. Hay que fomentar estos hábitos de sueño saludables apoyan el desarrollo integral de los niños, por lo tanto es un beneficio, no solo a corto plazo, sino que también a largo plazo», nos explica en exclusiva la creadora de Trick&Sleep.
El importante rol de un Sleep Coach
Si te sientes abrumada con el dormir de tus niños, un asesor de sueño infantil es una excelente opción para aprender. Este tipo de profesionales ofrece asesoría personalizada para padres o cuidadores, con el objetivo de mejorar la rutina de todos en casa.
Yael Numhauser, Sleep Coach, asegura que entre sus recomendaciones se encuentran sugerir horarios y rutinas que se adapten a la necesidad de los niños, de la familia y del estilo de crianza. «Enseñamos a los bebés a dormirse solitos o a conciliar el sueño de manera independiente. Entregamos todas las herramientas a los padres, para que sean ellos quienes pueda sobrellevar de mejor manera cada una de las etapas de nuevos aprendizajes de los hijos, las que por lo general conlleva también cambios en el sueño», concluye la entrenadora.