- Por Equipo Fmdos.cl
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El arte de la alta costura
La semana más deslumbrante y glamurosa ha comenzado en París con el inicio de la Semana de la Alta Costura, trayendo consigo looks capaces de dejarnos sin aliento. Durante estos cuatro días, 27 de las casas de moda más icónicas, miembros de la Federación de la Alta Costura, nos recuerdan por qué la moda no solo es diseño, sino también arte en su máxima expresión.
Tocar el sol: Los límites de la moda
Schiaparelli inauguró la jornada con la colección «Icarus», una oda al mito del hombre que se atreve a volar demasiado cerca del sol. En esta propuesta, la maison explora los límites de la moda, permitiéndonos vislumbrar la grandeza y la perfección efímera del diseño contemporáneo.
La pasarela fue un despliegue de contrastes: estructuras arquitectónicas y siluetas definidas se combinaron con telas satinadas, transparencias etéreas y textiles fluidos. Daniel Raspberry, director artístico de la marca, rindió homenaje al legado surrealista y extravagante de Elsa Schiaparelli, rescatando el barroquismo y la opulencia que han definido la historia de la casa.
El desfile se volvió completamente viral, no solo por la presencia de la supermodelo Kendall Jenner, sino también por la auténtica obra de arte que lució. Se trató de un vestido inspirado en los años 30 y 40 de la marca, reinterpretado en clave moderna y llevado con una elegancia indiscutible por Jenner. Esta pieza, ultradefinida y majestuosa, puso un broche de oro a un desfile que quedará en la memoria de esta edición de la Semana de la Alta Costura.
Más Dior, más nostalgia
Dior destacó en el primer día con una colección que recupera sus raíces. Lejos de las líneas deportivas o minimalistas que habían definido pasarelas recientes, Maria Grazia Chiuri, directora creativa, apostó por el regreso a las tradiciones: blanco, negro y siluetas femeninas.
La colección tomó como punto de partida siluetas de archivo, llenas de nostalgia y referencias a la infancia. Uno de los grandes pilares de esta propuesta fue la reinterpretación de la línea Trapèze, creada por Yves Saint Laurent en 1958. Estos vestidos, inspirados en la inocencia de la niñez, fueron transformados en piezas de alta costura con una construcción meticulosa.
Los elementos clave de la colección fueron la crinolina y el panier, que aportaron estructura y volumen a las prendas. Estas piezas evocaron una atmósfera de añoranza, realzada por materiales delicados que permitieron vislumbrar los intrincados detalles internos. Transparencias, pétalos y cintas se mezclaron con accesorios de aire punk, como las crestas emplumadas negras, que añadieron un contraste audaz y contemporáneo.
Siempre es buena idea tener un ojo en París
El arranque de la Semana de la Alta Costura en París reafirma por qué este evento es uno de los más importantes del calendario de la moda. Esta edición invita a las grandes casas a dejar volar su imaginación, convirtiéndose en un laboratorio creativo donde exploran conceptos innovadores, experimentan con técnicas y materiales, y sientan las bases estéticas de las próximas temporadas.
Además de ser una fuente de inspiración para diseñadores de todo el mundo, la alta costura ofrece un deleite visual para los amantes del arte, la creatividad y la maestría artesanal. Muchos de estos conceptos, en detalles o materiales, eventualmente encuentran su camino hacia un uso más cotidiano. Un ejemplo icónico de esto fue la presentación de la silueta New Look de Christian Dior, que marcó los años 50 y transformó la moda de su tiempo. Por eso, siempre vale la pena mantener la mirada en París y lo que nos ofrece la Semana de la Alta Costura.