Una encuesta realizada en Italia confirmaría que los perros también viven el duelo luego de que fallece un amigo.
Seguramente conoces a una persona que tiene una pareja de caninos revoloteando la casa y haciendo sus travesuras, o incluso a ti te alegraron los días. También en la calle se pueden ver cómo deambulan de a dos o en grupos más grandes buscando comida o ladrándole a las motos.
Es muy natural ver que los perros se acompañan en su día a día. Pero lamentablemente, también es natural que uno de ellos tenga que partir de este mundo.
Ya existen análisis que confirman que los pájaros y elefantes viven el duelo tras la muerte de un cercano, manifestado en cambios de humor o en acciones que hacían junto a sus amigos.
En Italia, la investigadora Federica Pirrone y sus colegas de la Universidad de Milán, decidieron responder esta pregunta en los perros. Para esto, encuestaron a personas que tenían más de una mascota, y si habían sufrido la pérdida de uno de ellos.
Los resultados del estudio sobre el duelo en los perros
Un total de 426 dueños de animales fueron encuestados para el estudio que se publicó en la revista Scientific Reports.
Dentro del universo de personas que perdieron a su perro, se preguntó por cambios en la actitud de la mascota que seguía con vida, junto con describir cómo era la relación entre canes. Un 93% de las personas que participaron del informe aseguraron que sus perros se conocían hace más de un año.
Los resultados son decidores. El 86% de los dueños aseguraron que hubo cambios negativos en el comportamiento del perro que perdió a su compañero. Un tercio de ellos notó que esta transformación anímica se dio en los primeros seis meses tras la trágica partida.
A los propietarios, de los cuales el 66% había perdido a su peludo más de un año antes del estudio, se les preguntó sobre cualquier cambio en el comportamiento del perro que sigue con vida tras la muerte del otro can. Dos tercios de ellos señalaron que su mascota buscaba más atención de sus amos. También confirmaron que tenía menos ganas de jugar o hacer otras cosas.
Otras consecuencias del duelo en los perros se manifiestan en dormir más y ser más temeroso (35%), menos apetito (32%) y un aumento en los ladridos o en el lloriqueo (30%).
Las conclusiones a las que llegaron Federica Pirrone con sus investigadores es que estas reacciones podrían corresponder a una etapa de duelo que viven los perros tras la muerte de sus compañeros. Sin embargo, no descartan que esta actitud sea consecuencia del propio proceso de pérdida que vivimos las personas tras perder a un peludito.
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