¡Realmente asombroso! Estamos hablando de los árboles de alcanfor (Cinnamomum camphora), una de las plantas que logró sobrevivir al incendio en el Jardín Botánico de Viña del Mar.
Hace unos días, Chile fue afectado por uno de los siniestros más mortales en la historia de nuestro país.
Dicho entorno natural de la Ciudad Jardín fue uno de los más afectados, registrando incluso el fallecimiento de cuatro personas, entre ellas, una cuidadora del recinto.
La historia detrás de la planta que sobrevivió en el Jardín Botánico
Luego de ver cómo quedó el Jardín Botánico tras los incendios y el recuento de especies que se salvaron, se pudo observar la presencia de unos árboles de alcanfor, los que lograron sobrevivir y mantenerse de pie.
Las semillas de estas plantas fueron traídas directamente desde Hiroshima. Dicho ejemplar también logró sobrevivir milagrosamente a la bomba atómica que cayó en esa zona el año 1945.
“Justo por esa zona no pasó el fuego, pero sí hubo un calor muy intenso y las hojas (de los árboles japoneses) se tostaron, pero yo tengo la esperanza de que vuelvan a brotar”, dijo Alejandro Peirano, el director del Jardín Botánico.
Luego, el encargado aclaró que: “Esos árboles son doblemente fuertes. Soportaron Hiroshima y, si finalmente sobreviven a la catástrofe que estamos viviendo, van a ser un doble símbolo”.
¿Cuáles son las características el árbol de alcanfor?
Esta es una planta procedente del extremo Oriente y es muy común en China, Japón y Taiwán. Se cultiva en numerosos países de clima cálido y en las regiones costeras del Pacífico en los Estados Unidos.
En términos descriptivos, este es un gran árbol de hoja perenne (que tiene ramas frágiles). Alcanza los 20 metros de altura y sus hojas son alternas, pecioladas, de forma ovalada, coriáceas y acuminadas de color verde brillante.
La floración del árbol de alcanfor es blanca amarillenta y aparecen en mayo-junio agrupadas. De hecho, el fruto es una baya en forma de globo de color rojizo que torna a negro cuando madura.