
El premiado escritor de ciencia, David Ronson, explica, a través de distintos experimentos sociales, cómo es posible tener mejores conversaciones constructivas en un debate.
Uno de los experimentos consistió en preguntarles a un grupo de personas sobre qué intenciones tenían al involucrarse en temas políticos o sociales, y qué podría querer una hipotética contraparte.
“En general, los 1912 participantes sobreestimaron el deseo de los demás de persuadirlos de su punto de vista y su interés en una discusión. Al mismo tiempo, subestimaron el deseo de la otra persona de aprender y comprender las diferentes opiniones”, señala uno de los primeros estudios.
Lo que en definitiva puede indicar que el otro interlocutor puede subestimar nuestra curiosidad sobre su punto de vista. Entonces es mejor darle a conocer que sí estamos interesados en lo que tienen que decir, esto con el fin de generar un buen ambiente entre ambas partes y tener mejor comunicación.

Otros tips que generan un cambio de mentalidad en las personas
Otro experimento concluyó que demostrando interés genuino, o compartir experiencias personales sobre el mismo tema, así como también mantener una actitud cívica, potencian un ambiente grato para debatir.
La Universidad de Carolina del Norte, con las investigaciones de Emily Kubin, demostraron que compartir experiencias propias podría ser mucho más efectivo. Aquello debido a que la impresión de las personas que comparten sus vivencias son percibidas como racionales y confiables.
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El estudio se contextualizó en las elecciones de 2018 en EE.UU, donde se le preguntó a un grupo de personas que compartieran argumentos con números y estadísticas en cuánto a sus miedos a temáticas relacionadas de las elecciones, mientras que a otro grupo se le consultó si podían hablar sobre sus miedos pero desde experiencias propias.
Los académicos encontraron que el intercambio respetuoso de experiencias era una forma muy eficaz de cambiar opiniones, mucho más que haciéndolo con datos y estadísticas. En un aproximado de 10 minutos, las personas empezaban a modificar sus pensamientos de esta forma.
La última investigación, de la Universidad de Winnipeg con la Universidad de Illinois, estudiaron cómo un comportamiento descortés es probable que ponga distancia entre ambas partes al discutir.
Esto se conoce como el “principio de Montagu”, el cual entiende que “la civilidad no cuesta nada y compra todo”.
En definitiva, escuchar, tener cortesía, compartir respetuosamente experiencias personales y demostrar interés en la opinión de los otros, son las formas más eficaces de tener un debate mucho más agradable y también genera más posibilidades de cambiar la mentalidad de las personas.