Los funcionarios del lugar descubrieron el engaño y expulsaron al responsable.
Fue en La Mancha, España, donde Isaías, uno de los ancianos de la residencia, pintaba píldoras de paracetamol, para luego venderlas como viagra dentro de la residencia.
El engaño quedó en evidencia cuando los funcionarios del recinto se percataron del extraño color azul en la lengua de los ancianos, lo que motivó una investigación.
En un principio, se pensó que era una enfermedad contagiosa, por lo que hubo aislamiento entre los adultos mayores. Pero esto se descartó tras exámenes que dieron como resultado tinta azul.
Tras este resultado, la investigación dio con Isaías, delatado por sus compañeros de lugar. En su habitación se encontraron las pastillas y un recipiente con el cual las teñía.
Finalmente, la casa de reposo expulsó al anciano, tras comprobarse que estafó a varios de los abuelos. «A mí me estafó una vez, pero cuando convencí a Joaquina de visitarla una noche, terminamos jugando al mus porque no hubo manera», confesó uno de los engañados.