Katy Perry está obsesionada con comprarse un convento, que además está en una disputa legal.
La propiedad está en Los Ángeles, y las peleas legales no detienen a esta artista que ofreció 14.5 millones de dólares por comprarla.
La orden de monjas dueñas del edificio, valorado en varios millones de dólares, se lo vendieron a una empresaria que deseaba construir un hotel y un restaurante. Mientras que el arzobispo alega que las hermanas no tenían autoridad para realizar la transacción.
La solicitud de los abogados es que se revierta la operación y el representante de la iglesia pueda disponer del mismo. Y aunque la cantante no está involucrada en la demanda, hace varios meses que le está echando el ojo a ese lugar y al parecer no se va a rendir tan fácilmente.