¿Tienes un amigo vegetariano?
Hoy, son muchos los que comen sano, que excluyen la carne y todos sus derivados de su dieta, y que además nos plantean el desafío de cómo invitarlos al asado.
A veces da hasta plancha, si es que el vegetariano en cuestión es muy militante, sugerirle un asado, que es sinónimo de harta carne, al fuego. Hay que atreverse, no más. Lanzarse y decirle que le harás un espacio en la parrilla, un rincón para los pimentones rellenos con huevo y las verduritas que quiera poner.
La cosa, es tener voluntad, y sumar a todos a esa excusa para juntarnos que llamamos asado. Cuando teníamos 20 años a veces ni había carne, habían puros vasos, y felices que nos juntábamos, ¿o no?