Sin duda una de las películas más aclamadas por el público es la saga de El Conjuro y todo su universo como Annabelle y La Monja. Por lo mismo es que su director James Wan lanzará una cuarta parte de esta exitosa cinta: El Conjuro 4 que probablemente será la última.
Esta vez el director decidió inspirarse en uno de los casos más aterradores y que los mismos Ed y Lorraine Warren nunca pudieron solucionar, el de la familia Smurl en calle 328 Chase Street, Pensilvania, Estados Unidos.
Cabe recordar que El Conjuro 4 llevará por nombre «El último rito» por lo que probablemente sea la última entrega protagonizada por Vera Farmiga y Patrick Wilson y se espera que se estrena a mediados de este año.
La historia real que inspiró El Conjuro 4
Este caso real ocurrió en 1974 en una casa en 328 Chase Street, Pensilvania, donde vivía una familia modesta: Jack y Janet Smurl junto a sus hijos.
Desde la mudanza que los residentes comenzaron a presenciar extraños sucesos como ruidos, olores fétidos y sensaciones de que alguien más estaba en el lugar.
Pero luego, la actividad paranormal fue avanzando hasta el punto de sentir presencias de fantasmas, objetos que se movían solos y tenebrosas sombras que hacían que la familia sintiera un miedo terrible.
Por lo mismo es que la familia Smurl decidió buscar ayuda y llegaron hasta los investigadores paranormales, Ed y Lorraine Warren, conocidos en el ambiente.
Ellos con su experiencia visitaron a 328 Chase Street y comenzaron a investigar los sucesos de la casa de West Pittston, pero se llevaron un tremendo susto que lamentablemente hasta el día de hoy no se resuelve.
Ahí los Warren confirmaron la presencia de una entidad demoníaca, algo que estaban «acostumbrados» a ver, sin embargo, esta iba más allá y parecía alimentarse del miedo y angustia de la familia Smurl.
Y la investigación no duró un par de meses, sino que fueron años, hasta que en 1986, los residentes decidieron abandonar el inmueble porque ya no podían hacer nada más, las ayudas se habían agotado.
Pero para su mala suerte, estos inexplicables eventos acompañaron a la familia Smurl a otros hogares.
A pesar de los arduos esfuerzos de Ed y Lorraine Warren junto con otros investigadores paranormales, el enigma de la casa en 328 Chase Street nunca se resolvió, siendo este el primero de ellos.