Este 24 de agosto llegará a los cines nacionales La Memoria Infinita, documental que muestra la conmovedora historia de amor de Paulina Urrutia y Augusto Góngora, una unión que perdurará para siempre.
Desde el anuncio de la cinta, todos se imaginaban lo emotiva y triste que sería este trabajo de Maite Alberdi (El Agente Topo), ya que sin duda lo que vivieron la actriz y el periodista marcó el corazón de muchos.
Y tenían razón, porque desde principio a fin este trabajo hará emocionar hasta las lágrimas a quienes vayan al cine a ver la película.
La Memoria Infinita
Durante el transcurso del documental, se muestra cómo la intérprete luchó hasta el final para que su esposo se acordara de ella, algo que intentó aún cuando parecía que todo estaba perdido.
Algunos momentos que marcan La Memoria Infinita, es cuando muestran que independiente del Alzheimer que sufrió Augusto Góngora, el amor entre él y Paulina Urrutia perduraba. Por ejemplo, cuando el periodista la miraba en sus momentos de lucidez, le decía con una dulce voz que la quería mucho.
Sin duda, este gran trabajo cinematográfico demuestra que la unión del alma de estos enamorados seguirá hasta el infinito, aunque uno de ellos ya no se encuentre en la tierra en este momento.
Y para quienes no estén todavía convencidos de ir a verla, desde FMDOS le recomendamos que lo hagan, porque los hará volver a creer en el amor o tal vez vean su propia historia reflejada en lo que pasaron Paulina Urrutia y Augusto Góngora.
La decisión de grabar el documental
En conversación con Letterboxd, Maite Alberdi habló sobre cómo fue que decidieron grabar la historia de Augusto Góngora y Paulina Urrutia, asegurando que él quiso hacerlo.
«Siento que esta es una película heredada. Sus hijos me dijeron que esta es una película heredada, y siento que está muy claro que fue su decisión hacer la película», confesó en la entrevista.
En esa línea, agregó que «Paulina (Urrutia) dice todo el tiempo que el acto de consecuencia más impresionante de Augusto fue aceptar hacer esta película, porque era una persona que pasó muchos años hablando con la gente sobre la precariedad y el dolor».
«Él le dijo ‘La gente me abrió sus casas en situaciones dolorosas. ¿Por qué no debería abrir mi propia casa y mostrar mi propia fragilidad? Este acto de consecuencia es un acto de memoria en sí mismo», contó.
Por otra parte, la directora de La Memoria Infinita dijo cuándo fue el momento en que decidió dejar de grabar. «Creo que en esta película sí hay memoria. Augusto llora por la muerte de uno de sus amigos y, no haré spoiler, pero hay un momento en que una frase que dice, nos dejó claro que ahí debía terminar la película, porque estaba relacionado a su identidad. Y yo no puedo seguir grabando a alguien que siente que su identidad ya no está».
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