Varios meses más tarde de su polémica entrevista con Oprah Winfrey, el príncipe Harry volvió a reencontrarse con la reconocida conductora, esta vez para el programa sobre salud mental de Apple TV+.
Como ya te contamos, el duque de Sussex habló sobre su consumos en exceso de alcohol y drogas, para evitar asumir la realidad de la muerte de su madre, en una situación que terminó en terapia para poder afrontar su difícil pasado.
En el programa «The me you can’t see», Harry también habló del doloroso momento que vivió Meghan Markle dentro de la familia real y el acoso de los medios de comunicación en Inglaterra.
La difícil historia de Meghan Markle en la realeza
La pareja ya lo había comentando en su primera entrevista con Oprah, sobre las dificultades de la duquesa de Sussex por tener una vida con tanta exposición. Pero lo que no sabíamos, es que los pensamientos suicidas de Meghan Markle eran serios y reales.
«Lo que más me asustaba era la claridad de sus pensamientos. No había perdido la cabeza, no estaba loca, no se estaba automedicando, tomando pastillas o alcohol. Se encontraba completamente sobria y sana», aseguró Harry a Oprah.
«No quiero vivir más», fueron las palabras de Meghan Markle tras vivir varios meses de acoso mediático, críticas intensas e incluso problemas polémicos con quien era su padre y hermanastra.
Sin la ayuda de la realeza, la situación se puso más difícil, ya que según la duquesa de Sussex, la Familia Real no le permitió acceso a un especialista.
Un evento real lleno de sonrisas falsas
Los deseos de terminar con su vida, se dieron justo antes de un acto público en el Royal Albert Hall el 16 de enero de 2019, cuando ella estaba embarazada de su primer hijo.
«Lo que le impidió seguir con el asunto fue lo injusto que sería para mí después de todo lo que le había pasado a mi madre y que ahora me pusieran en la tesitura de perder a otra mujer en mi vida, con un bebé dentro de ella, nuestro bebé”, compartió Harry evidentemente emocionado.
Para el príncipe Harry, esta situación fue muy vergonzosa ya que no supo abordar bien el tema. Lo peor fue que la pareja debía seguir cumpliendo con sus deberes y tareas reales, sin darse el lujo de no asistir ni siquiera a un evento. «No había opción de decir: ‘¿Sabes qué? Esta noche no vamos a ir’. Porque imagínate las historias que surgen de eso».
De hecho, durante el mismo evento cuando las luces se apagaron, Meghan empezó a llorar por la poca esperanza que tenía, mientras ambos se tomaban las manos.
«Lo siento por ella, pero también estoy muy enfadado conmigo mismo por estar atrapados en esta situación. Me daba vergüenza que la cosa se pusiera así de mal. Me daba vergüenza ir a ver a mi familia. Porque para ser honesto, como muchas otras personas de mi edad podrían sentirse identificadas, sé que no voy a obtener de mi familia lo que necesito».
¿Te imaginabas esta situación?