Harry solamente apareció por un día de forma pública en Reino Unido junto a su hermano, el príncipe William, para inaugurar la estatua de su madre, Lady Di.
Y aunque muchos pensaban que se quedaría un par de días para cumplir con otros compromisos, lo cierto es que Harry regresó a Los Ángeles para acompañar a Meghan Markle. La razón es que su esposa está luchando con la muerte de su tío, mientras cuida a sus dos hijos; Archie y Lilibet.
Desde Hello Magazine informaron que el príncipe se vio en el aeropuerto, justo después de haber asistido a la inauguración de la estatua de Lady Di, en los jardines del Palacio de Kensington. Los hermanos no tuvieron más contacto que el momento que vivieron juntos en un momento de nostalgia y emociones.
«Hoy, en lo que habría sido el 60 cumpleaños de nuestra madre, recordamos su amor, fuerza y carácter, cualidades que la convirtieron en una fuerza para el bien en todo el mundo, cambiando innumerables vidas para mejor».
¿Qué pasó entre Harry y William?
Fuentes de la realeza aseguran que duque de Sussex se quedó al menos 10 minutos dentro del Palacio de Kensington, donde tomó una copa de espumante en el pabellón de una de las terrazas. Allí mismo se arregló y llegó hasta el aeropuerto de Reino Unido. Así Harry regresó a Los Ángeles a través de un vuelo directo.
El tío paterno de Meghan, Michael Markle, falleció a los 82 años tal como informó el diario The Sun. Él tenía una larga lucha con la enfermedad de Parkinson, y una reciente caída empeoró su estado. Si bien no se informó la fecha concreta de su deceso, Harry quiso estar a su lado en estos duros momentos.
Según cercanos, Meghan Markle le tenía mucho cariño a su tío Mike, con quien pudo compartir en su juventud. Adicionalmente fue él quien le permitió a Meghan tener un trabajo como periodista en la embajada de los Estados Unidos, cuando solo tenía 20 años.