La duquesa de Sussex está siempre bajo la mirada de la prensa y del ojo público.
El día de su cumpleaños, el 4 de agosto, Meghan con el príncipe Harry llegaron hasta la boda de uno de los mejores amigos de él, Charlie van Straubenzee.
En la ocasión, Markle llegó con un vestido plisado negro, con tonos verdes, blanco y rosado, pero fue otro elemento de su atuendo el que se robó todas las miradas.
En un descuido la ex actriz se giró para saludar a la prensa, y no se dio cuenta de que el primer botón de su vestido se había desabrochado, y se le pudo ver su ropa interior, un sostén de encaje negro.
Meghan fue muy criticada, ya que por cuestiones de protocolo lo ocurrido es inaceptable para un miembro de la realeza.
Hubo algunos usuarios de redes sociales que dijeron que lo habría hecho de forma intencional, para llamar la atención.
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