A pesar de que el Ministerio de Educación anunció que el año escolar parte el 1 de marzo, todavía muchos padres tienen dudas del regreso a las clases presenciales.
La evaluación previa
Si hay un grupo que ha sido afectado por el encierro de esta pandemia han sido los niños, transformándose en un verdadero desafío para los padres y tutores. El estudio «Impacto en la Salud Mental de Preescolares y Escolares Chilenos Asociado a la Cuarentena por COVID-19», realizado por la Universidad de Chile, develó algunas manifestaciones observadas por casi 5 mil apoderados de prekinder a cuarto básico. Esta mostró cambios de apetito, falta de ánimo para hacer algunas actividades y tristeza durante la pandemia.
Si bien reencontrarse con la rutina y los compañeros puede ayuda a mejorar el ánimo de los menores, hay otros temas que lo complican. Las nuevas medidas al interior de los establecimientos junto con el temor a los contagios, pueden ocasionar un estrés adicional.
Ante esta situación, el psicólogo y Director de Pranavida, Jorge Fuentes, señaló que: «Lo primero es determinar si es necesario prestar un apoyo de un profesional o terapeuta para los niños, antes del ingreso a clases. Si bien algunos cambios de ánimo durante las clases on-line pudieron verse sólo durante ese periodo, también algunas manifestaciones pueden prolongarse en el tiempo y requieren ser tratadas».
Cinco consejos para enfrentar la vuelta al colegio
- Abordar directamente qué es lo que les preocupa y expresan, hablando del tema y dando espacios para la manifestación espontánea. Al dar varios consejos y soluciones distintas para que ellos «elijan» la mejor opción, se sentirán valorados, escuchados y con ayuda para recuperar su poder personal.
- Procurar recuperar las rutinas con rigurosidad y de manera paulatina. Esto facilita que los niños logren reconocer situaciones seguras por donde transitar, permitiendo confianza y límites claros.
- Favorecer el refuerzo positivo. Esto implica que los adultos pongan atención en lo bueno que los niños hacen en ámbitos académicos, de relaciones de cumplimiento de hábitos y rutinas. Es tan sencillo como decir: “Me encantó que terminaras tu tarea, valoro tu dedicación”.
- Los padres y los niños se enfrentan a contextos de mayor exigencia post pandemia. Es importante reconocer lo que nos pasa y expresar las emociones. Generar instancias diarias para saber cómo se están sintiendo los niños frente a las diferentes situaciones de exigencias, para así tomar medidas a tiempo.
- Darse tiempo para explicar lo que viene para el futuro. Entregar coordenadas de seguridad frente a lo nuevo disminuye la ansiedad. Por ejemplo, este año vamos a estar de vuelta al colegio de esta hora a esta hora, los tiempos para jugar son estos, etc.
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