Definitivamente que entre el ser humano y los animales se pueden crear lazos fuertes, llenos de cariño y amor. Así lo ha demostrado esta niña y este perrito, quienes comparten su vida día a día y se han hecho inseparables por una razón muy especial.
Tanto él como ella, nacieron con sordera y aprendieron a comunicarse entre ellos a través del lenguaje de señas. La pequeña fue quien enseñó a su mascota, cómo poder expresar lo que quería solo con algunos movimientos y gestos.
El comportamiento de ambos ha emocionado a miles de personas.