Según un estudio de la Universidad Estatal de Lowa, 1 hora corriendo equivale a 7 horas extras de vida.
Los resultados fueron sorprendentes, pues en las muertes prematuras, hasta un 40% vivía tres años más cuando tenían el hábito de correr. Esto, contrario a aquellos que padecían obesidad o tenían vicios como el alcohol y el tabaco.
No obstante, lo más importante fue que cada hora corriendo devuelve la vida a las personas. Es decir, una persona que tiene el hábito de correr durante 40 años, aumentaría hasta 3 años extra su esperanza de vida.
Otros deportes también mostraron resultados similares, como caminar o andar en bicicleta, los cuales reducen el riesgo de muerte hasta un 12%.
Sin embargo, correr resulta más efectivo, pues tiene un impacto importante en la presión arterial. E inclusive, en el caso de las personas que fuman o beben, se podría alargar la vida al correr.
En definitiva, los corredores tienen un riesgo reducido de mortalidad de entre el 25% y el 40% y viven aproximadamente 3 años más que los no corredores.