Una encuesta realizada a más de mil personas casadas, de entre 18 y 65 años, a manos de la empresa de investigación de mercado con sede en el Reino Unido, One Poll, dio a conocer una realidad oculta que afecta a muchas parejas.
De acuerdo con los resultados, una de cada diez mujeres reconoció desconfiar de su esposo, por lo que tiende a espiarlo, ya sea leyendo sus correos o sus mensajes de texto en el celular.
Ello, mientras que una de cada veinte afirmó haber llegado aun más lejos, instalado un software de rastreo en el teléfono móvil de su marido.
Y aunque espiar los mails o el celular se ha vuelto una práctica cada vez más común entre mujeres, el estudio consigna que no ocurre lo mismo con los hombres.
Según esta encuesta, apenas el 3% de ellos admitió revisar las redes sociales de sus esposas, mientras que el 5% reveló no confiar en su cónyuge.