Para muchos, la llegada del viernes o los fin de semanas es sinónimo de una escape de la rutina. Disfrutar de forma social con nuestra familia o amigos a distancia, acompañadas de un rico aperitivo y una copita de nuestro trago favorito, es el panorama más seguro que hoy podemos tener.
Pero se ha visto que durante el comienzo de la pandemia y el encierro, las personas han aumentado su consumo de alcohol. Esto puede suceder por diversas razones, incluyendo como forma de escapar de la realidad, aburrimiento o para calmar emociones como la ansiedad o el estrés.
¿Por qué las personas se refugian en el alcohol?
Tal como nos cuenta Jaime Silva, psicólogo de Clínica Alemana, este consumo problemático o cualquier conducta adictiva se da generalmente como mecanismo para regular el estrés y la ansiedad. «Los efectos regulatorios en la esfera emocional de las personas les motiva a mantener el consumo y utilizarlo como un hábito y un verdadero, cómo me gusta llamar, ‘estilo de higiene de estrés'».
Una de las problemáticas, es que cuando el alcohol o las drogas presentan un consumo problemático, se producen cambios fisiológicos que llevan a aumentar la cantidad en el tiempo.
«El alcohol suele ser un lugar común para las personas que necesitan regular su estrés debido a su omnipresencia en nuestra cultura, su facilidad de acceso y su precio relativamente bajo».
Entre las principales causas que llevan a elegir el alcohol para regular estas emociones, son los efectos sedantes y psicobiológicos que apaciguan cómo nos sentimos. Es así como se utiliza como método de regulación que termina con una conducta adictiva.
Para el psicólogo de Clínica Alemana este tipo de conductas sufre un «enmascaramiento», lo que quiere decir que las personas suelen atribuir las dificultades de su vida al consumo problemático de drogas y sustancias. «En este sentido se enmascaran las verdaderas razones de sus emociones negativas (por ejemplo, dificultades interpersonales, sentimientos de fracaso o inutilidad, etc)».
Además, un par de copas de alcohol puede causarte una mala noche de sueño, elevar tu azúcar en sangre y presión arterial. Además, beber en exceso y de forma frecuente puede incluso debilitar tu sistema inmunológico.
¿Cómo evitar caer en los excesos?
Debido al precio y al fácil acceso, el alcohol se convierte en una forma de alivio, pero que puede tener una muy mala combinación.
Las recomendaciones del psicólogo Jaime Silva invitan a mantener un estilo de vida saludable, mantener relaciones interpersonales positivas y un equilibro entre las responsabilidades y el tiempo libre.
«Los espacios de ocio y descanso son un aspecto esencial del bienestar psicológico y también de la productividad personal. Invertir en uno mismo puede tener grandes beneficios en la salud en general, y en el desempeño laboral en particular».
Otra opción es dedicar tiempo a las actividades recreativas y deportivas que nos puedan distraer de las responsabilidades.
¿Cuánto es mucho alcohol?
Alrededor del mundo existen diferentes pautas sobre cuántas son las recomendaciones adecuadas para el consumo de alcohol.
Por ejemplo, la Clínica Mayo recomienda 355 cc de cerveza, 148 cc de vino o 44 cc de bebidas alcohol destiladas.
Y tú, ¿te has pasado durante esta cuarentena?