El hábito de comerse las uñas, también conocido como onicofagia, está considerado como una enfermedad de carácter psicológico que afecta en su mayor parte a niños y adolescentes, aunque también puede perdurar hasta la edad adulta.
Es una práctica que muchas personas hacen de manera inconsciente y que influye negativamente tanto en la salud como en la apariencia. Toma nota y aplica estos consejos para erradicar esta conducta que puede llegar a condicionarte en tu día a día.
- Lleva una buena manicure: No existe mejor forma para dejar de morderse las uñas que tenerlas bien hechas. Si mantienes las manos bonitas y cuidadas, más pena te dará que desaparezca esa preciosa y a veces tan costosa manicure.
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- No te dejes las uñas muy largas: Esto es fundamental, pues cuanto más las dejes crecer, más ganas te entrarán de modértelas. Además, si llevas las uñas cortas evitarás cualquier rotura que te ayudará a controlar esta manía.
- Mantén las manos ocupadas: Ya sea trabajando, haciendo cualquier otra actividad o sosteniendo un simple bolígrafo entre las manos. Lo importante es que no caigas en la cuenta de que tienes la necesidad de morderte las uñas.
- Usa uñas postizas: Las puedes encontrar de gel, acrílicas, de porcelana y de otros materiales que sellan la superficie de la uña natural, por lo que será mucho más fácil dejar atrás la onicofagia.
- Busca un sustitutivo: Ya sea un chicle, caramelo, fruta o cualquier cosa con la que puedas estar entretenida y así evitar morderte las uñas. Eso sí, elige caramelos sin azúcar, así como alimentos que sean sanos y te permitan mantener una dieta equilibrada.
- Prefiere los esmalte con sabor amargo: Si lo tuyo no son las uñas postizas, también puedes optar por usar un esmalte con un sabor fuerte y poco agradable. Malava stop es una de las marcas más famosas en la actualidad que se comercializan con el propósito de dejar este mal hábito.
- Ten fuerza de voluntad: Una manía como ésta no se cura si no empiezas por ti misma. Hacer dieta, dejar de fumar o ir a gimnasio son algunos de los propósitos que no se cumplen si no existe una iniciativa propia y mucha fuerza de voluntad, y lo mismo ocurre al intentar dejar de morderte las uñas. Es cuestión de trabajarlo poco a poco y finalmente lo conseguirás.