Según un estudio, los hombres que tienen tatuajes son percibidos como «chicos malos», de buena salud y con tolerancia al dolor. Basta con ver a los guapos David Beckham o el cantante Adam Levine, y en acá en Chile a los futbolistas Mauricio Pinilla o Mark González, quienes se han sumado a esta moda.
Determinar si los tatuajes alteraban la forma en que la gente ve a los hombres sobre su apariencia física y personalidad es lo que buscaron los investigadores polacos Andrzej Galbarczyk (Jagiellonian University) y Anna Ziomkiewicz (Polish Academy of Sciences).
Y para llegar a conclusiones los académicos hicieron que 2.369 mujeres y 215 hombres heterosexuales evaluaran 9 fotografías de modelos tatuados y no tatuados para conocer sus percepciones en ambas condiciones.
De esta manera, las mujeres clasificaron a los hombres con tatuajes como más sanos, pero eso no influyó en sus calificaciones de atractivo. En cambio, los hombres los consideraron como más atractivos, pero eso no influyó en su percepción de buena salud.
Es así que según Galbarczyk y Ziomkiewicz estos hallazgos son consistentes con estudios previos que encuentran una relación directa entre simetría, buena salud y calidad genética superior.
Además se ha demostrado que el tatuaje repetido está relacionado al fortalecimiento de las respuestas inmunológicas, pues quienes se someten a este procedimiento con agujas están más expuestos a adquirir infecciones.
A su vez, tanto hombres como mujeres encontraron a los tatuados como más masculinos, dominantes y agresivos, que en el caso de ellas es algo muy deseable ante la amenaza constante de la delincuencia y la violencia.
Sobre este punto, un artículo de la revista «Psychology Today» destaca que «en el pasado estas características eran consideradas valiosas, porque así podrían proporcionar una mayor protección para sus compañeros e hijos».