Según un estudio publicado en el «European heart journal», una jornada excesivamente larga puede ser mala para el corazón.
En concreto, pasar más de 55 horas a la semana en el puesto de trabajo aumenta en un 40% la probabilidad de sufrir pulso cardíaco irregular, que es un tipo de arritmia conocida como fibrilación auricular (FA), cuyos síntomas son palpitaciones, falta de aire, dolor en el pecho, mareos o desmayos.
Cerca de 85.500 hombres y mujeres de mediana edad de diversos países participaron en el estudio.
Durante 10 años, los investigadores realizaron un seguimiento de los participantes y concluyeron que una media de 12.4% cada 1.000 personas había desarrollado la arritmia; mientras que, entre los que trabajaban 55 horas o más, la cifra ascendía a 17.6 por cada 1.000 personas.
Para Mika Kivimaki, director e investigador de la University College de Londres, “estos hallazgos demuestran que las largas horas de trabajo están asociadas con un mayor riesgo de fibrilación auricular, la arritmia cardíaca más común”.