Si su carita ya transmitía ternura, no podrás con las fotografías que te mostraremos.
Wesley es un pequeño cachorro Golden Retriever, que cuando cumplió apenas seis meses comenzó a tener problemas para cerrar su boca. Además, había dejado de jugar y estaba perdiendo peso, hecho que preocupó mucho a la familia.
Su dueña, Molly Moore trabaja con su padre, Jim Moore en una clínica veterinaria ya que él es veterinario experto en temas dentales. Ambos vieron cual era la mejor manera para ayudar al pequeño can y llegaron a la conclusión de que necesitaba frenillos.
Decididos con el procedimiento, anestesiaron a Wesley para que no sintiera dolor y le pusieron los aparatos. Los pronósticos son fabulosos, y los resultados se ven en poco tiempo.
¡Por fin Wesley podrá tener una vida normal!