Independientemente de la causa por la cual las padezcas, ya sea falta de sueño, alergia, estrés o retención de líquidos, entre otros, es posible reducir las ojeras mediante unos trucos muy sencillos. ¡Toma nota!
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Tratamiento con pepino: Más allá de poseer un efecto refrescante, el pepino es una excelente fuente de vitamina K, la cual actúa como antiinflamatorio y antihemorrágico.
Puedes consumirlo en ensaladas y aguas para que sus beneficios se generen desde adentro, o bien, utilizar el pepino en diversas mascarillas o tratamientos caseros. El más común es colocar rodajas frías sobre los ojos y dejarlas reposar ahí por 15 minutos para disminuir las bolsas e hinchazón.
Masaje con té verde: Esta infusión contiene galato de epigalocatequina (EGCG), el cual funciona como un potente anti-inflamatorio. Por esta razón, si masajeas tus ojos suavemente con una bolsa de té verde por alrededor de 4 minutos, ayudarás a disminuir la inflamación causada por dermatitis o alergias, a la vez que combatirás las molestas manchas negras propias de las ojeras.
Y si quieres potenciar este truco, se recomienda además ingerir té verde a diario.
Café molido + aceite de coco: La cafeína es un ingrediente que brinda muchos beneficios a la piel, ya que es un estimulador de la circulación sanguínea, ayuda a regenerar las células y posee propiedades anti inflamatorias. Sin embargo, es junto al aceite de coco que logra convertirse en el aliado perfecto para combatir los signos de cansancio.
Para ello, debes mezclar en un recipiente una cucharada de aceite de coco con una de café molido y aplicar la mezcla sobre la zona afectada. Déjala actuar por 15 minutos y retírala con un poco de agua tibia.
Mascarilla de bicarbonato de sodio: Este ingrediente ayuda a exfoliar y eliminar las células muertas de la piel, a la vez que le otorga luminosidad a tu rostro.
Incluso, entre sus compuestos destacan un neutralizador de pH y sodio, responsables de reparar y aclarar la piel, por lo que el tratamiento funciona. Solo necesitas mezclar una cucharadita de bicarbonato de sodio en una taza de agua caliente, remojar dos círculos de algodón en la preparación y colocarlos debajo de los ojos. Déjalos reposar allí entre 15 y 30 minutos. Pasado ese tiempo enjuaga y listo.
Comprensa fría: Antes de irte a dormir, introduce un paño mojado en el frigorífico. A la mañana siguiente al levantarte, póntelo a modo de compresa sobre la zona de los ojos durante 5 minutos. Por comodidad, es posible adquirir unos antifaces o compresas de gel que cumplen la misma función.
Y otra solución similar es dejar una cuchara metálica en el congelador hasta que esté bien fría. Entonces, debes colocarla justo por la zona del contorno de los ojos hasta que recupere la temperatura ambiente. El frío logra que se active la circulación y minimiza la inflamación de las ojeras. Eso sí, debes tener cuidado y nunca aplicar la cuchara si se ha congelado, ya que podría dañar tu piel.