¿Tienes un hijo que es un poquito mañoso y sufres cuando se acerca la hora de la comida? ¿Has intentado el avioncito o ponerle un poquito de yogurt en la punta de la cuchara y nada?
Si sientes que has pasado por situaciones así, tranquil@ porque hay algunos consejos que pueden servirte como guía a la hora de alimentar a tu hijo:
- Establecer un horario. Cuando era bebé, sabías que cada 3-4 horas debías darle leche. En el caso de los niños, también debe existir un horario establecido para cada comida así ayudas a que adquiera un hábito de alimentación. Hay que crear una rutina en cuanto a horarios y tamaño de porciones, así como también favorecer el consumo de una dieta completa y variada que incluya alimentos saludables.
- Podría tener una alergia o intolerancia alimentaria. ¿Tu hijo rechaza un alimento en particular? Es mejor que consultes con un médico y hagas los chequeos correspondientes para descartar una posible intolerancia a ciertos alimentos.
- Evitar que el niño asocie la hora de comida con instancias distractivas. Es mejor que se tome su tiempo, pero que entienda que el comer no es lo mismo que jugar. En vez de distraerlo con juguetes, conversa con él/ella mientras come.
- No lo agobies. Si no come, evitar decirle frases como «no crecerás» o «no irás a la plaza». Las amenazas y castigos sólo crean un estado de ansiedad que lo único que consiguen es agobiarlo. Si un niño tiene poco apetito, pero está bien de peso, de estatura, tiene energía y buena salud, no hay de qué alarmarse. Si un niño tiene poco apetito, pero está bien de peso, de estatura, tiene energía y buena salud, no hay de qué alarmarse.
- Sorpréndelo con recetas divertidas y decoradas de forma novedosa. A veces es necesario estimular al niño para que quiera comer… ¡y la creatividad es clave! —pincha este link y te mostramos algunas recetas fáciles y originales para que alimentes a tu hijo—.
- Atent@ a su estado de salud. Es común que algunos días los niños tengan menos apetito, ya sea porque están cansados, distraídos o incluso porque están atravesando por un cuadro gripal. Es importante tener claro este hecho, pues no debiera ser motivo de preocupación cuando este problema se presenta sólo en ocasiones.
Y sobre todo… ¡paciencia y cariño para que comer sea una experiencia agradable y saludable para el más pequeño de la casa!