- Por MJ
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Pasearse con maletas, comer doce uvas, usar ropa interior amarilla y muchas más son los clásicos ritos de Año Nuevo. Sin embargo, en este mes de recuentos te contamos que según los expertos no sólo debes comenzar el año con buenas vibras gracias a estas cábalas, sino que también es bueno terminar el año sin deudas emocionales.
Pero, ¿qué son las deudas emocionales?
Según el psicólogo Alfonso Cox, «hay muchas personas que tienden a postergar eternamente la resolución de problemas y los temas pendientes, con otros y consigo mismos, ya sea porque los consideran imposibles o muy difíciles de solucionar o porque los angustia enfrentar cara a cara el problema. Pero esto acarrea otras dificultades, primero, el dejar pendientes probablemente me perjudica directamente de alguna manera a mí y a otros, por ejemplo, si esta actitud incrementa una deuda o no me permite un acercamiento con una persona querida».
Las 5 deudas emocionales que solemos relegar en el pasado son:
- La deuda impagable que tienes con tus padres, de abrazos pendientes.
- La deuda que tienen los padres al decir que están orgullosos de sus hijos.
- La deuda de besos que tienes con el amor de tu vida.
- La deuda de paseos y juegos pendientes con tus mascotas.
- La deuda del reencuentro con ese amigo que se fue al extranjero.
Recomendaciones
Antes de intentar resolver un conflicto y saldar esas deudas pendientes que se tienen en el pasado, se recomienda considerar los siguientes pasos:
- Asimilar la situación.
- Expresar las emociones personales.
- Pensar en las consecuencias negativas de las circunstancias.
- Analizar las acciones a tomar, sus consecuencias y cómo afrontarlas.
- Examinar miedos y creencias personales en torno al problema.
A modo resumen: a veces los ritos no son lo más importante y nos olvidamos de decir te quiero, dar un abrazo, pedir perdón y resolver algunas diferencias. Pasar al siguiente año con esta carga emocional, incrementa esta deuda y perjudica tu estado de ánimo durante todo el año, aunque sea de manera inconsciente.