¿Buscando alguna opción distinta de frutas? Opta por la chirimoya. Si bien es una fruta típica de nuestro país (es originaria del Perú eso sí), a veces nos olvidamos de ella. Pero no solo es deliciosa y dulce, sino que también es baja en grasas.
Al contener glucosa y fructosa, es una buena fuente de energía, ya que una pequeña porción de 200 gramos puede proporcionar 172 calorías. Además, es un alimento de baja densidad energética, lo que significa que sacia mucho más que otras frutas que aportan más calorías.
Por otro lado, la chirimoya resulta ser muy nutritiva ya que tiene varias vitaminas y minerales concentrados en su pulpa. Por ejemplo, contiene vitaminas del grupo B y vitamina C, así como buenas cantidades de potasio, calcio y hierro, y también de zinc, yodo, cobre y manganeso.
Algunos beneficios de la chirimoya son:
- Es ideal para las personas con hipertensión, porque regula la presión arterial.
- Cuida tu salud cardiovascular debido a su gran cantidad de potasio
- Tiene un alto contenido de fibra por lo que mejora el tránsito intestinal.
- Aporta vitaminas del complejo C.
- Fortalece tus huesos y músculos.
- Combate la anemia.
- Es rica en antioxidantes que controla el nivel del colesterol y limpia el organismo de toxinas.
- Es un anti-microbiano natural, es decir, actúa como protector contra infecciones y parásitos debido a su alto contenido de fibra, niacina y citotoxinas.
- Equilibra el sistema nervioso, por lo que es muy usada como ansiolítico y tranquilizante natural.
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¿Cómo comerla?
Bueno, puedes hacerlo comiéndola a cucharadas, dejando de lado las pepitas.
También se puede hacer como el clásico ‘chirimoya alegre’ cortando pedazos del fruto y agregarles jugo de naranja recién exprimido. Para los días de más calor, puedes licuar ambos, ponerlos en moldes de paletas en el congelador y tienes un sano helado.
Además nunca está demás hacerlo como jugo natural, agregando otros sabores de fruta o menta.