Si hay algo claro en el mundo de la maternidad y paternidad, es que nadie nos enseña a ser papás o mamás perfectas. Y hay algunos temas que son más difíciles de tratar que otros y que finalmente se convierten en temas tabú. Como por ejemplo, la menstruación ¿Por qué los papás evitan hablar de este tema con sus hijas? O en el caso de las mamás, todo lo que tiene que ver con las partes íntimas de los hombres ¿Lo hablan o no? Aquí te contamos lo que recomiendan los expertos.
Partimos con la sexualidad. Los expertos recomiendan decir las cosas siempre por su nombre, especialmente al hablar de las partes íntimas.
Y es que al momento de ponerles otros nombres, automáticamente se relacionan a un tema “prohibido” o del que hay que avergonzarse. A medida que van creciendo, es importante que vayas agregando nuevas palabras al vocabulario. Porque además, cuando te empiezas a contradecir o te pones incómodo o incómoda, tu hijo o hija lo notarán enseguida.
Por eso, los expertos recomiendan que siempre seas directo con el tema y si te incomoda, también decírselo a tus niños. Es mejor esto, a una «seguridad» poco creíble.
Y atención, porque nuestros hijos no esperan que seamos una biblioteca o enciclopedia llena de conocimientos, pero sí tienes que darle la seguridad para hablar de ciertos temas.
¿Qué pasa en el caso de la menstruación y los papás?
En el caso de la menstruación y los papás, es importante que tanto ellos como las mamás estén informados sobre el tema y sean capaces de hablar con su hija. Es importante que desde el principio, la niña no sienta vergüenza de pedirle que le compre toallitas higiénicas o tampones. Para que eso pase, como papá hay que sentirse seguro y hablar las cosas como son.
No decir que está “enferma”, sino que tratarlo como un tema natural que a cualquier mujer le pasa y que los hombres también conviven con ella.
Para que eso pase, es importante que los papás tengan conocimiento sobre cómo funciona el cuerpo de la mujer, el periodo, el ciclo y las hormonas. Y es que al final, no es un tema que solo hay que ver con la mamá. Es un proceso de crianza, donde ambos deben ser parte.