Ya sabemos quién es el mejor amigo del hombre: el perro. ¿Pero tan amigos como para tomarse una cerveza?
Bueno, ahora se puede porque ya se lanzó al mercado Snuffle, la primera cerveza canina.
Fue creada en Bélgica y, en estricto rigor, no es una bebida alcohólica, sino que solo viene envasada como si fuera una. Es un líquido que viene con sabor a pollo y a carne. La idea es crear un vínculo entre su amo y su perro al poder compartir una cerveza. «Es una conexión emocional», explica su creador Arjan Berendsen.
Se aconseja solo consumir una bebida al día.