¿Recuerdas la película «Eterno resplandor de una mente sin recuerdos»? Aquí, Jim Carrey dio vida a Joel, quien lo pasa muy mal luego de enterarse que su novia Clementine, interpretada por Kate Winslet, ya no lo reconocía, tras haberse sometido a un tratamiento para borrar de su memoria todos los momentos que tuvo junto a él, por lo que éste decide hacer lo mismo.
Quienes han pasado por un quiebre amoroso, saben que hay algunos amores que no se olvidan de manera tan fácil como otros, y se debe convivir con los momentos y los recuerdos constantemente. Además de lidiar con estrés, insomnio, tristeza y un sin fin de factores.
Para eso, existe un tratamiento muy efectivo a la hora de dejar atrás todo lo que te impide continuar tu camino. Así lo ha señalado el psicólogo e hipnoterapeuta de Hipnosalud, José Luis Rojas, quien recomienda la hipnosis para superar un antiguo amor, ya que, «es un buen aliado en este proceso, siempre dependiendo del nivel de trance que tenga la persona».
¿Cómo funciona?
La hipnosis es un proceso terapéutico con amplio respaldo científico para tratar los problemas de la vida con tranquilidad, ya que hace que el cerebro se relaje y llegue a un estado previo al sueño, que es el trace. «En ese estado la respiración se hace lenta, calma el ritmo cardíaco y se oxigena el cuerpo como corresponde. Además se pueden hacer cambios a nivel inconsciente para que la persona durante un atisbo de estímulo tenga la posibilidad de reaccionar y calmarse».
Esta terapia se complementa con audios que se deben escuchar con un periodo de 21 días, ya que ese es el tiempo que la persona necesita para modificar sus hábitos. ¿Qué relación tiene esto con el quiebre amoroso? que sufrir por otro: «Se transforma en un hábito, y en este tiempo es posible modificar la creencia a nivel inconsciente», menciona el especialista.
Así entonces, este tipo de intervención se hace en dos sesiones y quien se someta, siempre estará consciente de lo que ocurre alrededor, recordando lo que ha vivido. «Si ha sido el término de una relación se le hace valorar los momentos buenos, pero se bloquean las emociones presentes y futuras con relación a esta persona. No es que la persona vaya a olvidar al otro o borrarlo, sino que se desvincula el afecto del recuerdo o de la misma persona», finaliza.