Si alguna vez te has pasado de copas, de seguro has sufrido las consecuencias de la tan temida caña: dolor de cabeza, cansancio extremo, malestar general, apatía, falta de apetito y un largo etcétera.
Pero si en un día normal sientes los mismos «síntomas», sin ni siquiera haber tomado, no te preocupes que eso es lo que la neurociencia no solo ya ha identificado si no que también estudiado y bautizado como «caña emocional«.
¿De qué se trata la «caña emocional»?
Según la revista Glamour, la «caña emocional» es más común de lo que parece. ¿Has tenido alguna situación de estrés emocional que te ha alterado mucho? Una discusión, algo grave que ha sucedido en el trabajo, una pérdida importante, un accidente… Este estudio confirmó que este tipo de experiencias pueden tener un efecto a largo plazo en el cerebro y afectar en el futuro, dejando una sensación similar a la de una resaca más festiva.
Esto sucede porque, después de haber estado en esa situación estresante, las partes del cerebro relacionadas con la memoria se ven intensamente estimuladas. Por eso cuesta volver a la normalidad y se experimenta esa sensación de «caña emocional».
De acuerdo a la publicación, las malas experiencias no son lo único que te pueden dejar en ese estado. Por eso esta «caña» también aparece después de volver de vacaciones o tras haber hecho algo muy intenso que te gusta mucho (por ejemplo, deporte).
Son las situaciones emocionalmente intensas -en el sentido positivo o negativo- las que afectan a la memoria a largo plazo y las que producen esta resaca emocional.